Chaves espera acordar inversiones con el PP tras "aparcar" sus principales reivindicaciones

a El nuevo mapa de relaciones institucionales que la Junta quiere mantener con el Gobierno central ya est¨¢ sobre la mesa. Sabedor de la cerraz¨®n del Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a las principales reivindicaciones que el Gobierno andaluz ha planteado en los dos ¨²ltimos a?os, el presidente de la Junta reiter¨® ayer en Lisboa su disposici¨®n a aparcar los asuntos que han provocado m¨¢s tensiones entre ambas administraciones en los dos ¨²ltimos a?os en aras a un mejor entendimiento en un futuro inmediato. A cambio, Chaves espera llegar a acuerdos sobre inversiones.

Chaves, en el D¨ªa de Andaluc¨ªa en la Exposici¨®n de Lisboa, expres¨® abiertamente su disposici¨®n a establecer un marco de relaciones institucionales entre la Junta y el Gobierno central muy diferente al que hay en la actualidad, en el que las hostilidades son una constante y en el que cualquier discrepancia es causa para levantar el hacha de guerra. Esta nueva situaci¨®n, avanzada por el presidente andaluz en una entrevista con Efe, se puede plasmar a partir de septiembre, justo cuando se comienza a elaborar de forma definitiva la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1999. Las cuentas del estado, que el Gobierno central ha previsto que crezcan un 3,9% el pr¨®ximo a?os, ser¨¢n una prueba de fuego para contemplar si la estrategia de Chaves de apartar los asuntos m¨¢s complicados en sus relaciones con Madrid tiene sus frutos a corto plazo. Las l¨ªneas maestras de los presupuestos ya han sido avanzadas por Aznar y el ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, a los nacionalistas catalanes, los principales aliados del PP en el Congreso de los Diputados. En su entrevista con Aznar, el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol, hizo hincapi¨¦ en reclamar m¨¢s dinero para inversiones. "Acotar" desavenencias Es en esta senda en la que precisamente el Gobierno andaluz pretende obtener m¨¢s contrapartidas de Madrid a cambio de "acotar", seg¨²n Chaves, las desaveniencias que han bloqueado durante meses las negociaciones entre ambos ejecutivos. Las cuestiones m¨¢s espinosas -la deuda hist¨®rica, el reconocimiento de la poblaci¨®n o el sistema de financiaci¨®n, que han provocado la presentaci¨®n de varios recursos de la Junta ante el Tribunal Constitucional- no figurar¨¢n a partir de septiembre en la agenda de prioridades del Gobierno andaluz. Eso s¨ª, seg¨²n subray¨® ayer Chaves, la decisi¨®n de aparcar estos asuntos no significa en absoluto "una renuncia" a ellos. Se trata, en definitiva, de una medida temporal, aunque sin fecha l¨ªmite de caducidad de momento, con la que se pretende encontrar una v¨ªa de escape al callej¨®n sin salida al que hab¨ªan llegado las relaciones entre ambas administraciones. "En septiembre quiero dar al PP y al Gobierno la oportunidad de que cambie con Andaluc¨ªa. No se puede actuar aqu¨ª a cara de perro", subray¨® el presidente andaluz, quien mostr¨® su confianza en que los presupuestos del a?o pr¨®ximo recojan las reivindicaciones de inversiones de la Junta. Asimismo el presidente andaluz arremeti¨® contra "la ambig¨¹edad" de los partidos nacionalistas, sobre todo catalanes y vascos, en el debate que han abierto sobre el modelo de Estado, y si ¨¦ste est¨¢ agotado o no. Chaves, en contra de lo que suscribieron los partidos firmantes de la Declaraci¨®n de Barcelona (CiU, PNV y BNG) y del documento aprobado el pasado viernes por el Partido Andalucista, socio del PSOE en el Gobierno andaluz, considera que la realidad plurinacional de Espa?a encaja perfectamente en la actual Constituci¨®n. Chaves defendi¨® el dise?o auton¨®mico fijado en la Constituci¨®n y alab¨® al Partido Andalucista - "es un partido inteligente"- por no firmar la Declaraci¨®n de Barcelona. En opini¨®n del presidente andaluz, cualquier tendencia que proponga ir hacia un estado confederal, tesis que defienden con vehemencia los nacionalistas gallegos, supondr¨¢ "la desvertebraci¨®n" de Espa?a. A?adi¨® Chaves que las iniciativas que promuevan la reforma constitucional en este sentido "son una barbaridad" que no tienen ning¨²n sentido."A la cola, a la cola"

Poco importan los linajes, los cargos o los galones cuando de esperar en una cola se trata. Y sobre todo si hace calor y la fila va a paso de tortuga. Lo pudo comprobar el presidente andaluz, Manuel Chaves, a su entrada al Pabell¨®n de Espa?a en la Exposici¨®n de Lisboa, en la que ayer se celebraba el D¨ªa de Andaluc¨ªa. En la cola cerca de 1.000 personas. Fuera una banda que animaba al personal con pasodobles o con lo que se terciara. Y en esto que llega Chaves y una cohorte de empresarios, pol¨ªticos, sindicalistas, periodistas y dem¨¢s. La masa, sin duda harta de esperar, que empieza a preguntar qui¨¦n es el que viene y tiene ese trato de privilegio de no esperar. "Ah, es Chaves, el presidente de Andaluc¨ªa", empez¨® a correr de boca en boca. Y, a partir de ah¨ª, el coro que eclips¨® a la banda musical: "?A la cola, a la cola, a la cola!" Bien es cierto que era medio en guasa, o quiz¨¢ medio en serio, pero Chaves hizo gala de buen humor y salud¨® a los all¨ª congregados con una sonrisa. En la expedici¨®n andaluza estaban casi todos. O se estaba ayer en Lisboa o no se es. Entre otros se encontraban de visita oficial los consejeros de Presidencia, Gaspar Zarr¨ªas; Cultura; Carmen Calvo; Turismo, Jos¨¦ N¨²?ez; el presidente del Parlamento, Javier Torres Vela; el presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa, Rafael ?lvarez Colunga; los l¨ªderes de UGT y Comisiones Obreras, Manuel Pastrana y Julio Ruiz, respectivamente; el coordinador del Foro Andaluc¨ªa Nuevo Siglo, Antonio Pascual; presidentes de diputaciones, diputados auton¨®micos... A todos ellos, los recibi¨® el comisario del Pabell¨®n de Espa?a, Luis Miguel Enciso. Comparaciones Hubo un tema de conversaci¨®n casi permanente: la comparaci¨®n de la Expo de Lisboa con la de Sevilla en 1992. Ya dice el refr¨¢n que las comparaciones son odiosas, pero si de hacer parangones se trata, para algunos de los expedicionarios, en este caso, la comparaci¨®n llega a ser oprobiosa. Que si la arquitectura era m¨¢s bonita, los pabellones m¨¢s grandes y as¨ª de este tenor eran las argumentaciones. ?Y en Lisboa qu¨¦ se dice? Pronto se recuerda que el recinto de la Cartuja ha estado varios a?os casi infrautilizado y que en Lisboa buena parte de los edificios ya van a ser utilizados un d¨ªa despu¨¦s de que termine la Expo, el pr¨®ximo 30 de septiembre. Incluso, el Consejo de Ministros de Portugal se va a desplazar a un pabell¨®n. Adem¨¢s, en otros se van a instalar unos almacenes y hay una zona que se destinar¨¢ a viviendas. En cualquier caso, el ¨¦xito de la Expo de Lisboa es m¨¢s que notable. En esta semana se ha llegado a un total de cuatro millones de visitas desde la inauguraci¨®n. La interpretaci¨®n m¨¢s airosa sobre las comparaciones la dio Chaves: "La exposici¨®n de Lisboa es la digna sucesora de la de Sevilla, o, si se prefiere, la Expo de Sevilla fue la digna antecesora de la de Lisboa". Pues eso.