Escalada de violencia en Colombia ante la toma de posesi¨®n de Pastrana
La guerrilla colombiana ha lanzado una descomunal ofensiva que se intensifica a medida que se aproxima la toma de posesi¨®n de Andr¨¦s Pastrana como presidente del pa¨ªs. Pastrana tomar¨¢ ma?ana posesi¨®n de su cargo y hasta ayer hab¨ªan muerto 145 personas, m¨¢s un centenar hab¨ªan resultado heridas y otras 120 desaparecidas seg¨²n las cifras hechas p¨²blicas ayer. Si a las cifras se les suman las bajas guerrilleras de los dos grupos -Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional, ELN- las muertes ascender¨ªan a m¨¢s de 250.El horror ha golpeado especialmente el sur del pa¨ªs y se ha cebado en la ciudad de Miraflores, donde bases del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa han sido borradas del mapa.
"La base est¨¢ completamente destrozada. Vimos salir llamas y humo. Aqu¨ª no hay ni un militar, ni un polic¨ªa. Los pocos que quedaron se los llevaron", as¨ª, de manera dram¨¢tica, y a trav¨¦s de un radiotel¨¦fono, resumi¨® Luis Rodr¨ªguez, lo ocurrido en Miraflores, peque?a poblaci¨®n de la provincia del Guaviare, en plena selva amaz¨®nica. El pasado lunes, a las siete de la tarde, m¨¢s de 500 guerrilleros llegaron hasta all¨ª, a trav¨¦s del r¨ªo y la selva, y con cohetes y granadas, tomaron el puesto antinarc¨®ticos controlado por 190 hombres entre polic¨ªas y soldados.
"Hay muchos heridos; necesitamos que venga la Cruz Roja Internacional", pidi¨® angustiado Rodr¨ªguez. Hasta ayer mi¨¦rcoles al mediod¨ªa oficialmente s¨®lo se reconoc¨ªa la muerte de 30 uniformados, se segu¨ªa especulando sobre la posibilidad de que all¨ª se encontraran agentes de la DEA estadounidense que trabajan en la erradicaci¨®n de cultivos de coca.
El peor desastre
Belarmino Correa, obispo de esta apartada regi¨®n, no duda en calificar el hecho como "un desastre anunciado". Al parecer, la guerrilla hab¨ªa anunciado su incursi¨®n. A pesar de esto, cont¨® el obispo, inexplicablemente fue relevado todo el personal militar hace un mes. Los pron¨®sticos son totalmente pesimistas: o est¨¢n muertos, o heridos, o en calidad de "prisioneros de guerra". Huir, sin conocer la manigua es pr¨¢cticamente imposible. La de Miraflores ser¨ªa as¨ª la peor tragedia militar de los ¨²ltimos tiempos y una m¨¢s en la larga cadena de derrotas y humillaciones castrenses.Miraflores est¨¢ en el coraz¨®n de un conocido centro coquero. Tiene unos 6.000 habitantes y cuatro calles. Una de ellas, la principal, es a la vez la pista de aterrizaje. Casi todas las casas cuentan con refugios subterr¨¢neos. Seg¨²n el obispo, que lleva en la selva m¨¢s de 40 a?os, la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito no hacen nada pues la coca sigue saliendo en avionetas que aterrizan en pistas clandestinas que todo mundo conoce.
Ayer mi¨¦rcoles no hab¨ªa terminado a¨²n la ofensiva guerrillera, que se inici¨® el lunes y que golpe¨® a lo largo y ancho en todo el pa¨ªs. En pleno d¨ªa, un comando insurgente tom¨® la poblaci¨®n ind¨ªgena de Silvia, en la provincia del C¨¢ucaso, y se segu¨ªa combatiendo m¨¢s al sur, en el Putumayo.
El Gobierno, sin embargo, sigue dando informes optimistas. Seg¨²n el ministro del Interior, el Ej¨¦rcito repeli¨® con ¨¦xito la mayor¨ªa de los 40 ataques y asegur¨® que la guerrilla contabiliza m¨¢s de 200 bajas. "?D¨®nde est¨¢n los cad¨¢veres de los insurgentes?", le pregunt¨® un periodista. El ministro se sali¨® por la tangente. Asegur¨® que ¨¦sta es una informaci¨®n tomada de comunicaciones interceptadas a las FARC y al ELN.
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