Formas particulares de gobernar

Hace algunos a?os muchos de nosotros nos pregunt¨¢bamos cu¨¢ndo terminar¨ªa la escasez de lluvias que acechaba nuestro pa¨ªs y, concretamente, nuestra Comunidad de Madrid.Sufr¨ªamos sobremanera cuando pase¨¢bamos por nuestros jardines y parques y no ve¨ªamos m¨¢s que aridez y sequedad; cuando nos acerc¨¢bamos a nuestros pantanos y estaban bajo m¨ªnimos.

Entonces nos conform¨¢bamos al pensar que la madre naturaleza, por alguna raz¨®n para nosotros desconocida, era la responsable de tantas desdichas.

Algunos de nosotros entend¨ªamos las campa?as de intento de ahorro del l¨ªquido elemento (casi siempre encaminadas hacia los que menos gastan), y nos solidariz¨¢bamos con las medidas que nos aconsejaban tomar para no derrochar el preciado bien.

Comprend¨ªamos tambi¨¦n que nuestros parques y calles no fuesen regados lo suficiente (en algunos casos nada) por las razones comentadas y acept¨¢bamos sin m¨¢s la situaci¨®n.

Nuestros ruegos a la ya mencionada madre naturaleza, afortunadamente, fueron atendidos, y gracias a ello pensamos que estos problemas quedar¨ªan subsanados en un breve plazo.

Pero, ?ay!, ?no cont¨¢bamos con la particular forma de gobernar del Ayuntamiento de Madrid de nuestro querido alcalde!

Sumamente preocupado en horadar el subsuelo de la capital con t¨²neles y m¨¢s t¨²neles, emprender una obra tras otra, empe?arse y empe?arnos en un gasto desmesurado que ha conducido a lograr el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa en cuanto a deuda se refiere (pobres de los que hereden en el futuro), parece que se ha olvidado que nuestros pantanos est¨¢n llenos y que ya se puede regar.

Y yo me pregunto: ?lograremos con tanto sufrimiento el anhelado cielo?-