Lirismo y electr¨®nica
Un escenario, dos sonidos. Ese es el lema del entarimado Maraworld, el segundo punto de atenci¨®n del Festival Internacional de Benic¨¤ssim. Bajo una misma carpa se suceden actuaciones que, al igual que el cuerpo de los espectadores, van variando el tono a medida que avanza la jornada. As¨ª la cosa comienza tranquila y concluye en un delirio hedonista de sonidos excitantes, miradas extraviadas, ritmos redundantes y frotamientos no del todo casuales. Ese es el ambiente del escenario Maraworld, una jaima de final de siglo para j¨®venes independientes.Pero no todo es perfecto, todo sea dicho. Mientras el sol cae a plomo sobre el festival la visi¨®n del escenario desde el exterior de la carpa es muy imperfecta, limitada adem¨¢s por los soportes que mantienen erguida la estructura. En esas condiciones se siguieron el viernes las actuaciones de los l¨ªricos Gorky"s Zygotic Mynci y de los dolientes Red House Painters, junto con Unbelievable Truth, las gemas de la programaci¨®n de tarde. De ellos quiz¨¢s fueron Red House Painters los que redondearon la actuaci¨®n m¨¢s estimable, basada en delicias como Mistress, Dragon flies o Velvet, realzadas por la sugestiva voz de Mark Kozelek, de quien con acierto afirma el programa del festival que "ser¨ªa capaz de emocionar incluso recitando el list¨ªn telef¨®nico de San Francisco". Folk, rock y slowcore para solaz de un p¨²blico a aquella hora aplanado por el sol.
Macedonia musical
Y cuando el sol se esconde es cuando aparece la electr¨®nica. Una vez concluida la actuaci¨®n de Red House Painters la carpa Maraworld se prepar¨® para el imperio del chip que, ya entrada la noche, tuvo como reyes indiscutibles a Lionrock, el proyecto liderado por Justin Robertson. Encabezando un grupo que inclu¨ªa cuatro m¨²sicos, Justin concibi¨® su actuaci¨®n como una macedonia en la que pod¨ªan encontrarse flotantes trozos de todo tipo de frutas.Bajo el manto del tecno, Lionrock usaron instrumentos de estirpe rockera e hicieron bascular su repertorio hacia el ragga, breakbeat, funk, hip-hop y cualquier estilo susceptible de ser bailado. Combinando m¨¢quinas y cuerdas de bajo y guitarra la formaci¨®n brit¨¢nica marc¨® estilo en una noche electr¨®nica que hab¨ªa comenzado en una tarde l¨ªrica y soleada. El baile sustituy¨® as¨ª al recogimiento, el sudor emocional al f¨ªsico y el abordamiento puro y duro a la mera seducci¨®n. Todo ello bajo una carpa en la que s¨ª se puso el sol.
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