Jarana: Juerga general
Le gustan el cante y el vino, el fandango y la jarana. El fandango es cante dolorido que tiene su capital en Alosno y uno de sus sumos sacerdotes en Paco Toronjo. La jarana es el contrapunto de ese quej¨ªo. Es la alegr¨ªa hecha epidermis, la juerga general con piquetes de humoristas contratados por las televisiones para ali?ar el tedio estival con sal gorda y merengue zumb¨®n. Az¨²car. La historia universal de la jarana es una variante infame y quinteriana de la historia de Andaluc¨ªa, un arquetipo que se reforzaba en la mili y que debe estar de capa ca¨ªda con el aluvi¨®n de insumisos. Jarana es un barrio de Puerto Real que en julio celebr¨® sus fiestas patronales. Jos¨¦ Antonio Barroso, que fue muchos a?os alcalde de Puerto Real y aspira a reconquistar la plaza en los comicios del 99, tiene dos interpretaciones sobre el nombre del barrio. Hac¨ªa zapping entre el Espa?a-Grecia de baloncesto y el Sevilla-AstonVilla en el campo de la Balona mientras explicaba esas dos teor¨ªas que van desde tiempos de los romanos a Fernando VII. La primera responder¨ªa a lo que ¨¦l llama chovinismo de la bah¨ªa y seg¨²n esa teor¨ªa all¨ª en Puerto Real, y no en C¨¢diz ni en la arboleda perdida de Alberti donde desemboca el Guadalete, estuvo el originario Portus Gaditanus. En ese asentamiento se solazaban las huestes de C¨¦sar entre batalla y batalla. La segunda teor¨ªa es m¨¢s moderna. "El barrio de Jarana", dice Barroso, "est¨¢ muy cerca de un descansadero de bueyes que estaba en una antigua ca?ada real que en tiempos se llam¨® el Meadero de la Reina". Un equivalente de las zonas de descanso de las autopistas, pero en ese caso para uso y disfrute de personas de la realeza o de su entorno antes de que descubrieran el encanto balear. Desprovisto de ese doble sambenito jaranero, el barrio de Jarana acogi¨® a jornaleros que viv¨ªan de los cortijos cercanos y que conocieron un doble proceso de reforma agraria y reconversi¨®n industrial: cambiaron los aperos de labranza por el mono azul de Astilleros, el cortijo por el carguero. Siempre mirando al oc¨¦ano, como el propio Barroso, que se fue a La Habana para que Fidel Castro fuera su padrino de boda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.