La cat¨¢strofe servir¨¢ de prueba pol¨ªtica para los l¨ªderes de Pek¨ªn
La crecida devastadora del r¨ªo Yangtz¨¦ debe l¨®gicamente suscitar un amplio debate pol¨ªtico. No es a la lluvia a quien en primer lugar debe achacarse este espectacular desbordamiento que afecta a 240 millones de chinos. La lluvia es en esa zona un fen¨®meno constante que provoca inundaciones desde hace tanto tiempo que no constituye sorpresa.M¨¢s sorprendente resulta, en cambio, que siete a?os consecutivos de inundaciones no hayan supuesto una reflexi¨®n seria en la Administraci¨®n china sobre las consecuencias de un laxismo generalizado sobre la gesti¨®n del problema hidr¨¢ulico, el uso de la tierra y el equilibrio del ecosistema cuando el Gobierno dispone de medios para imponer soluciones dr¨¢sticas que en otros lugares ser¨ªan dif¨ªciles de aplicar. Los grupos de presi¨®n son una constante en las sociedades democr¨¢ticas a diferencia de China. No existe una oposici¨®n susceptible de amenazar al Gobierno en el Parlamento. Se trata, seg¨²n afirman los l¨ªderes del Partido Comunista, de una se?al de "la superioridad del socialismo".
Sin embargo, todos los a?os el r¨ªo se desborda, millones de personas se convierten en refugiados y se ven condenados a mendigar al Estado medios de supervivencia avaramente distribuidos. Para defenderse, el Estado afirma que uno de sus megaproyectos, la presa de las Tres Gargantas, habr¨ªa reducido notablemente la crecida si hubiera sido ya completada. De ser cierto habr¨¢ que felicitarse. Pero las cr¨ªticas t¨ªmidas que intentan plantear los medios ecologistas a su construcci¨®n han sido consideradas como tantos otros temas cuestionables, algo intolerable ante una raz¨®n de Estado que se concibe infalible.
Al margen del drama humano, se estima que el coste de las inundaciones rebase con creces los 5.000 millones de d¨®lares previstos en una primera estimaci¨®n. Adem¨¢s, la cat¨¢strofe significar¨¢ una dificultad a?adida para lograr en 1998 un nivel de crecimiento econ¨®mico entre el 6% y el 8%, el margen que el Gobierno hab¨ªa establecido tras constatar que la previsi¨®n inicial del 8% era irrealizable.
Frente social
M¨¢s grave ser¨¢ para el Gobierno, quiz¨¢, la aparici¨®n de un nuevo frente social que corre el peligro de abrirse si las inundaciones son interpretadas por el campesinado como un nuevo fracaso en los objetivos de crecimiento econ¨®mico.Ya es patente el disgusto en la industria estatal, donde el grupo de obreros que van a la huelga no representan un fen¨®meno aislado ante los intentos de reestructuraci¨®n y privatizaci¨®n enmascarada. En los medios empresariales, la mala suerte que ha significado durante el bienio 1997-1998 el estallido de la crisis financiera asi¨¢tica ha producido morosidad. Los dirigentes chinos van a tener, adem¨¢s, dificultades para controlar las presiones que sobre la divisa china est¨¢ originando la crisis de la regi¨®n.? Le Monde / EL PA?S
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.