Clinton estudia la posibilidad de admitir que mantuvo relaciones sexuales con Lewinsky

El presidente Bill Clinton inici¨® ayer en la Casa Blanca una serie de reuniones contrarreloj con sus abogados para preparar su hist¨®rico testimonio sobre sus relaciones con Monica Lewinsky, en medio de toda clase de especulaciones que apuntan a la admisi¨®n parte de Clinton, por primera vez, de la existencia de "una cierta relaci¨®n f¨ªsica" con la exbecaria. Entretanto, una encuesta publicada ayer demuestra que el pueblo norteamericano sigue confiando en su presidente, pero exige, por abrumadora mayor¨ªa, que revele toda la verdad el lunes ante el gran jurado.

Clinton, de cuyo testimonio, el lunes, depende en gran parte el futuro de su presidencia, todav¨ªa no ten¨ªa ayer clara su estrategia final, seg¨²n fuentes cercanas a la Casa Blanca citadas por la prensa norteamericana. El mi¨¦rcoles, un portavoz de la Casa Blanca, insisti¨® en la l¨ªnea oficial expresada por el propio Clinton el pasado 31 de julio de que testificar¨ªa "total, veraz y honestamente".Sin embargo, ante el testimonio previo de Lewinsky, que admiti¨® la existencia de relaciones sexuales con el presidente y de posibles pruebas materiales, como el famoso vestido de c¨®ctel, aparentemente manchado con fluidos personales del presidente, varios asesores presidenciales se muestran favorables a que Clinton admita que tuvo "alg¨²n tipo de relaci¨®n f¨ªsica" con la exbecaria, admisi¨®n que, en todo caso, no afectar¨ªa a los ¨ªndices de popularidad de Clinton, como indican todas las encuestas. Los asesores no identificados, citados por The New York Times y The Washington Post, se muestran igualmente favorables a que, tras la declaraci¨®n, Clinton entone una especie de mea culpa p¨²blico ante el pa¨ªs antes de iniciar sus vacaciones oficiales el martes.

El hecho de que el presidente haya pedido a las principales cadenas de televisi¨®n un espacio para una breve intervenci¨®n el pr¨®ximo lunes a las nueve de la noche, tal como anuncia la revista Time en su p¨¢gina de Internet, parece abonar esa posibilidad que choca, no obstante, con la expresada por los abogados de Clinton, para quienes una admisi¨®n de esas relaciones colocar¨ªa claramente al presidente en la peligrosa situaci¨®n de perjuro. El pasado enero, Clinton neg¨® en dos ocasiones que tuviera una aventura con Lewinsky, primero en una declaraci¨®n jurada ante los abogados del caso Jones y, luego, en una solemne comparecencia televisada a todo el pa¨ªs.

La ¨²ltima encuesta de la cadena CNN y el diario Usa Today, publicada ayer, contiene un dato preocupante para Clinton: el 60% de los encuestados cree que una mentira de su presidente ante el gran jurado ser¨ªa causa suficiente para considerar el comienzo del impeachment (procesamiento). Mientras que al 71% no les preocupa en lo m¨¢s m¨ªnimo si admite haber mantenido relaciones con la exbecaria.

A golpe de encuesta

Dada la afici¨®n de Clinton a gobernar a golpe de encuesta, en Washington se considera muy posible que siga el consejo de admitir una relaci¨®n nebulosa con Lewinsky, neg¨¢ndose a entrar en m¨¢s detalles ¨ªntimos.Otra l¨ªnea de actuaci¨®n, a la que parecen inclinarse los abogados del presidente, ser¨ªa la ratificaci¨®n de su negativa de enero bas¨¢ndose en la definici¨®n del t¨¦rmino "relaciones sexuales" acordada con los abogados de Paula Jones en enero y en la que no aparec¨ªa para nada el sexo oral. La definici¨®n textual, admitida por los abogados de ambas partes y la juez que supervisaba el caso, se refer¨ªa a "cualquier contacto con los genitales, el ano, la ingle, el pecho, la parte interior del muslo y el trasero con intenci¨®n de despertar o satisfacer el deseo sexual de una persona" (ver EL PA?S del 8 de agosto).

Al no estar incluido el sexo oral en esa definici¨®n, Clinton neg¨® haber mantenido relaciones sexuales con Lewinsky, aparentemente en la creencia de que no comet¨ªa perjurio. El lunes podr¨ªa intentar la misma l¨ªnea de actuaci¨®n, pero no podr¨ªa impedir las preguntas y repreguntas no s¨®lo del fiscal Kenneth Starr, sino tambi¨¦n de los miembros del gran jurado autorizados a intervenir en el interrogatorio, televisado por circuito cerrado al tribunal desde la Casa Blanca.

La ¨²nica audiencia televisiva de Clinton, abogados y fiscal aparte, ser¨¢n los 23 miembros del gran jurado, 12 mujeres negras y seis blancas, dos hombres negros y tres blancos, todos de edad mediana o mayores y residentes en el Distrito de Columbia. Naturalmente, sus nombres se mantienen en secreto, pero no es aventurado pensar que representan el tipo medio de residente en la capital federal, generalmente funcionario municipal o federal y votante dem¨®crata.