La era de los t¨²neles

El Ayuntamiento de Valencia que dirige Rita Barber¨¢, del Partido Popular, ha decidido convertir los t¨²neles subterr¨¢neos en uno de los elementos que deben permitir la mejora de la fluidez del tr¨¢fico en las principales entradas a la ciudad -especialmente las v¨ªas con m¨¢s de 50.000 veh¨ªculos diarios- y los ha situado entre las principales infraestructuras viarias de una urbe por la que serpentea cerca de un cuarto de mill¨®n de coches. El tr¨¢nsito por la ciudad conduce inevitablemente al usuario habitual del coche a un paso inferior varias veces al d¨ªa, sea en direcci¨®n a El Saler, junto a la emergente Ciudad de las Artes y las Ciencias, o en el otro extremo de la ciudad, en el paso inferior de Campanar. Por eso, la alcald¨ªa de Barber¨¢ dibuja una aut¨¦ntica "era de los t¨²neles". En los ¨²ltimos meses el Consistorio ha engordado la lista de pasos subterr¨¢neos de veh¨ªculos y a¨²n la incrementar¨¢ m¨¢s en el futuro, seg¨²n las previsiones municipales. En menos de un a?o se han puesto en funcionamiento los t¨²neles del Paseo de la Pechina-Guillem de Castro-Blanquerias y de ?ngel Guimer¨¤-Fernando El Cat¨®lico. Esa pol¨ªtica que sigue el Ayuntamiento es la consecuencia de la finalizaci¨®n de los acuerdos firmados entre el ya extinto Ministerio de Obras P¨²blicas -ahora Ministerio de Fomento- y la entonces alcaldesa de Valencia, Clementina R¨®denas. Unos acuerdos de hace m¨¢s de siete a?os. Estos convenios dieron como resultado el conocido como Plan Felipe, del que ahora se est¨¢n terminado algunas de las actuaciones previstas con varios a?os de retraso. Para el Ayuntamiento de Valencia los pasos inferiores son la soluci¨®n a un problema que arrastra la ciudad desde hace a?os, tanto en materia de infraestructuras como en lo correspondiente a pol¨ªtica de tr¨¢fico. Seg¨²n los responsables de este ¨¢rea municipa, la puesta en marcha de t¨²neles, especialmente en los grandes ejes viarios de Valencia y por los que al menos pasan unos 50.000 coches diarios, no es balad¨ª. Lo consideran una apuesta para mejorar los accesos a Valencia desde la periferia, para ayudar al usuario del veh¨ªculo privado y mejorar el transporte p¨²blico, una de las deficiencias de las que acusa la oposici¨®n al equipo de Rita Barber¨¢. "No trabajamos en el centro de la ciudad con esta pol¨ªtica, sino que en la mayor¨ªa de casos lo hacemos en las salidas de la ciudad", se?ala Crist¨®bal Grau, asesor del concejal de tr¨¢fico de Ayuntamiento, Jorge Bellver. El plan de t¨²neles que contempla el Ayuntamiento para el futuro no ha olvidado la propuesta del antiguo concejal del ramo, Francisco Camps, de unir con un eje subterr¨¢neo la Avenida de Arag¨®n con la Avenida de Am¨¦rica. Adem¨¢s, la construcci¨®n de las rondas supondr¨¢ la apertura al menos de cuatro t¨²neles. Tambi¨¦n va a construirse un paso inferior en la Avenida del Cid con la marginal del r¨ªo y en Joaqu¨ªn Ballester para dar soluci¨®n a la intersecci¨®n de la Avenida de Campanar. Toda la serie de actuaciones ha venido complementada por una pol¨ªtica de construcci¨®n de puentes, como el que recientemente se ha puesto en funcionamiento frente al IVAM, el Puente de las Artes. Una obra que de momento no responde a las expectativas. Sin embargo, el Ayuntamiento de Valencia no est¨¢ preocupado por el nimio volumen de veh¨ªculos que utiliza el nuevo Puente de las Artes. La obra ha costado m¨¢s de 1.000 millones de pesetas pero no llega ni de lejos a los 52.000 veh¨ªculos previstos por la concejal¨ªa de Tr¨¢fico, que ha recibido cr¨ªticas nada m¨¢s ponerse en marcha. La oposici¨®n, entre otras cuestiones, evalu¨® negativamente el sobrecoste que ha sufrido esta estructura sobre lo inicialmente previsto. Seg¨²n el asesor de Tr¨¢fico del Ayuntamiento, el puente no se llenar¨¢ de veh¨ªculos hasta al menos dos a?os despu¨¦s de que est¨¦n finalizados todos los accesos de la zona, que todav¨ªa est¨¢ en muchos casos en obras. En concreto, Grau enumera las v¨ªas de Nicasio Benlloch o el eje Reu-Rualla."Una vez est¨¦n acabados todos los accesos el puente necesitar¨¢ de un a?o y medio a dos a?os para colocarse a pleno rendimiento", dice Crist¨®bal Grau.