Asignatura: el f¨²tbol

Su vestimenta les delata. Bajo los petos amarillo o verde, las camisetas del Barcelona, Real Madrid, Betis, Sevilla, Mil¨¢n o Espa?a. Son las el¨¢sticas y los escudos que de mayor desear¨ªan lucir ante 100.000 espectadores. De momento 63 ni?os de entre 8 y 14 a?os procedentes de toda Andaluc¨ªa son felices siguiendo las indicaciones de un ex futbolista que conoce por experiencia como desenvolverse en ese tipo de situaciones. Ram¨®n V¨¢zquez, historia reciente del Sevilla, parece ense?arles el camino desde el centro del campo del albergue juvenil de Chipiona coloc¨¢ndoles en las respectivas posiciones, aunque no muy convencido de lograrlo: "Me hacen poco caso". Con todo numerosos detalles desvelan que la felicidad es rec¨ªproca y que sus lamentos son infundados. Ram¨®n canta los goles de los chavales, hace las veces de ¨¢rbitro, interrumpe el juego para pedirles que no chupen demasiado, y no es ajeno a ninguna incidencia sobre el alvero que tambi¨¦n le vio nacer a ¨¦l como futbolista en su localidad natal de Alcal¨¢ de Guadaira. "Para m¨ª es una experiencia nueva que me reporta experiencia para ser m¨¢s completo", termina por reconocerlo, al tiempo que confiesa que ¨¦ste puede ser un paso previo para dedicarse en el futuro a labores de entrenador profesional. Desde el pasado martes y hasta que el jueves termine el campamento organizado por la empresa Inturjoven del Instituto Andaluz de la Juventud, Ram¨®n asegura que les va a ense?ar los conceptos b¨¢sicos que ya imparte en la escuela que ha creado en su pueblo. "Sobre todo les insisto en que se diviertan, que se harten de jugar sin presi¨®n por el resultado", predica Ram¨®n, que se reconoce satisfecho de que con el deporte se desv¨ªen de los caminos oscuros que tambi¨¦n ofrece la vida. La mayor¨ªa de los pibes no le han visto jugar y lo lamentan. "Pero tuvo que ser muy bueno porque mira la se?al que le ha quedado", se?ala con el dedo uno de los chavales a la cicatriz que recuerda a Ram¨®n la lesi¨®n que le retir¨® 5 a?os atr¨¢s prematuramente del f¨²tbol. En medio de este mundo de hombres, irrumpe Ana, una chica de 12 a?os, que con seis goles est¨¢ bien situada en la lista de m¨¢ximos realizadores y que a la vez que idolatra al brasile?o del Madrid Roberto Carlos, dice sentir, con pasmosa madurez, verg¨¹enza ajena de algunos chicos. Les critica abiertamente por los piropos y por las "caras de bobos" que se les queda cuando ven pasar a una joven veintea?era que en el albergue parece haberse convertido en la sensaci¨®n del verano. Al margen de an¨¦cdotas, los ni?os disfrutan por la tarde de una oferta variada con actividades de tirolina, tiro con arco, piscina, talleres y manualidades, que coordina directamente Almudena G¨®mez, directora del campamento, por el que los padres han desembolsado unas 34.000 pesetas. Ram¨®n vuelve a hacer un corrillo y persevera en sus consejos. Les queda algo que aprender, seg¨²n Ram¨®n. "Deben demostrar lo que cada uno lleva dentro, sin perder su propia identidad pero acogi¨¦ndose a la disciplina de los propios esquemas", sentencia sabedor de que sus consejos para que se conviertan en futuras estrellas sobre un terreno de juego son tambi¨¦n aplicables al vivir diario. "Y que no se olviden de los estudios", concluye.