Cacho y Est¨¦vez, preparados para la batalla
La final de 1.500 metros se anuncia como un mon¨®logo de los espa?oles
El medio fondo espa?ol tiene esta tarde la oportunidad de hacer historia. Desde la l¨®gica, las tres medallas son probables, en un orden incierto, aunque todo indica que Ferm¨ªn Cacho y Reyes Est¨¦vez se jugar¨¢n la victoria. Andr¨¦s D¨ªaz, que llegaba a Budapest para ratificar espl¨¦ndido trasvase al 1.500, tiene problemas de ¨²ltima hora. Sufre una distensi¨®n en el gemelo de la pierna que le provoca un dolor intenso. Ayer ni tan siquiera se ejercit¨®, a la espera del tratamiento que seguir¨¢ en las horas previas a la carrera, la m¨¢s importante de su vida. Cacho habl¨® ayer con la confianza de los atletas que han ganado mucho. Nunca ha sido un hombre parlanch¨ªn. Su pol¨ªtica pasa por los hechos consumados. Tiempo atr¨¢s, cuando apareci¨® como junior junto a Nurredin Morceli, Wilfred Kirochi y Gennaro Di Napoli, algunos cuestionaban su calidad. Los italianos dec¨ªan que no ten¨ªa clase, prendidos de la elegante figura de Di Napoli, un atleta con una planta imponente que jam¨¢s estuvo a la altura de su temprana reputaci¨®n. Desapareci¨® Di Napoli, desapareci¨® el peque?o keniano Kirochi y s¨®lo se mantuvieron Morceli y Cacho.
Diez a?os despu¨¦s
Diez a?os despu¨¦s del Mundial junior de Sudbury (Morceli 1?, Kirochi 2?, Cacho 3?), el espa?ol se ha construido un historial espectacular, a la altura de los mejores deportistas espa?oles de la historia: campe¨®n y subcampe¨®n ol¨ªmpicos, dos veces subcampe¨®n del Mundo, campe¨®n de Europa, plusmarquista europea de 1.500. Cacho habla por sus hechos. Ahora es indiscutible, incluso en esta temporada incierta, sembrada de lesiones. "No he venido para ser segundo o tercero", declar¨® ayer. Se qued¨® pensativo y a?adi¨®: "Ni el primer puesto es suficiente. Ya he sido campe¨®n de Europa". Esa respuesta refleja la verdadera cualidad de Cacho: su car¨¢cter competitivo. Otros se hubieran pensado venir a Budapest. Con s¨®lo dos carreras completas (Montecarlo y la semifinal del campeonato de Espa?a) se pon¨ªa en duda su participaci¨®n en los Campeonatos de Europa. Pero Cacho dec¨ªa que toda iba bien, que estar¨ªa fino en el momento preciso. As¨ª ha ocurrido. Cacho juega a favor de historial. Su papel de consagrado obliga a considerarle favorito, pero la irrupci¨®n de Est¨¦vez cuestiona su hegemon¨ªa. Todav¨ªa hay algo de Cacho que intimida a sus rivales europeos, aunque Est¨¦vez comienza a actuar de forma aut¨®noma, convencido de su categor¨ªa, con una firmeza t¨ªpica de los atletas destinados al ¨¦xito. Tampoco es un hablador. En el mejor de los casos apunta que est¨¢ bien. Lo que le delata es un brillo en los ojos, como si guardara algo, como si hubiera visto con claridad el enorme potencial del que dispone. Est¨¦vez ha cambiado sus papeles en una temporada. Fue un atleta precoz y tambi¨¦n con precocidad alcanz¨® el tercer puesto en el Campeonato del Mundo. Sin embargo, le faltaba saltar a la otra orilla, a la de las grandes marcas en las reuniones m¨¢s prestigiosas de verano, donde se miden los l¨ªmites de los mejores atletas del mundo. Los resultados han sido espectaculares. En Z¨²rich logr¨® la mejor marca europea del a?o, con 3.30.87 minutos, un registro que le dirige irremediablemente hacia el umbral de los 3.29. Est¨¦vez sabe que vale esa marca, quiz¨¢ la pr¨®xima temporada. En cualquier caso, maneja datos que s¨®lo est¨¢n al alcance de Ferm¨ªn Cacho.
"Me vale cualquier carrera en la que termine primero", declar¨® Cacho, ajeno a cualquier especulaci¨®n sobre el tipo de ritmo que le conviene. Entre 3.34 y 3.37, Cacho ha sido caballo ganador casi siempre. A Est¨¦vez tampoco le importa que la prueba salga r¨¢pida o lenta, aunque ambos preferir¨ªan una carrera limpia, lanzada por los brit¨¢nicos, que tambi¨¦n han colocado a tres atletas en la final. Pero Mayock, Whiteman y Yates no son Cram, Coe ni Ovett. Son mediofondistas de cierto prestigio que no se distinguen por ninguna cualidad. Eso s¨ª: no se rendir¨¢n facilmente.
Lo previsible es que ning¨²n espa?ol haga la carrera. Alguien tendr¨¢ que hacerlo. Los brit¨¢nicos, quiz¨¢. O alguien que haya visto el panorama en las semifinales, dominadas con enorme facilidad por los espa?oles. Si no hay manera de hacerles frente a paso medio o lento, quiz¨¢ alguno se decida a mover la carrera con ambici¨®n. Una carrera r¨¢pida tampoco deber¨ªa ser un problema para Cacho, Est¨¦vez y D¨ªaz, si ¨¦ste se recupera de su lesi¨®n. Con 29 a?os, D¨ªaz ha encontrado en el 1.500 la tierra prometida. Lo dijo de manera muy gr¨¢fica tras la semifinal. "Lo que no vale 1.45 en 800, vale 3.32 en 1.500". Este a?o ha conseguido un registro de 3.32.17 y se ha metido en la crema del mediofondo. S¨®lo le falta acabar con su reputaci¨®n de atleta cuestionable en las grandes finales, justo lo contrario de Ferm¨ªn Cacho y Reyes Est¨¦vez. Uno es el hombre fiable por naturaleza. El otro viene para sucederle. ?Ser¨¢ en Budapest? Est¨¦vez cree que s¨ª. Cacho dice que ni hablar.
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