P¨¢ginas refrescantes
ROSA SOLBES Fustigamos algo a la radio y mucho a la televisi¨®n, pero una de las ventajas del ganduleo canicular entre peri¨®dicos es c¨®mo te vacunas contra el corporativismo a base de comprobar la cantidad de melonadas que se pueden difundir, negro sobre blanco, y a veces hasta en colorines. Ya podr¨ªan, ya, algunos plumillas destinados a "servicios estivales", aprender de las entra?ables Cr¨®nicas del Interior de Alfons Cervera, en Levante. O de las sobrias y bien documentadas Pueblos de tierra adentro, de Jaime Mill¨¢s, en este mismo cuadernillo. ?O es que en los manuales de estilo de los "especiales vacaciones" destinados a lectores de la costa se dice que han de estar plagados de majader¨ªas? Lo de menos ser¨ªa la cantidad de papel que se llega a dedicar a la promoci¨®n de drag queens vestidas de alambre y estropajo, o a recodarnos por en¨¦sima vez la receta del gazpacho andaluz y los trucos para combatir las arrugas, las garrapatas y la plaga de la buganvilla. Lo de m¨¢s es el desparpajo que destilan las "charlas desenfadadas" con los llamados "protagonistas del verano". Y no por las respuestas precisamente, sino m¨¢s bien por las preguntas, agudas muchas como la punta de un colch¨®n. Por si se lo perdieron. Publicado en Informaci¨®n, de Alicante, el 31 de julio. Juan Antonio Gim¨¦nez interroga a Manuel Rold¨¢n ( Mister Espa?a, de verdad mon¨ªsimo ): "..... -Siendo veterinario sabr¨¢s c¨®mo domar a las mujeres... -Bueno, la verdad es que es dif¨ªcil domar a las mujeres, primero hay que conocerlas y despu¨¦s ya entrarles poco a poco. -?Has visto la pel¨ªcula La Bella y la Bestia? -S¨ª, s¨ª la he visto. -En tu caso, la pel¨ªcula ser¨ªa El Bello y las Bestias, ?no crees? -?No, no, qu¨¦ va! Las mujeres son muy guapas, sobre todo en Andaluc¨ªa. Lo de bestias iba por los animales, no por las mujeres...". En p¨¢gina encarada y frente a la Miss Mar¨ªa Jos¨¦ Bessora, el mismo entrevistador ya no se interesa por las bestias, sino por sutilezas varias como si el primer amor es el que nunca se olvida o cuantas veces ha visto Titanic. Inmerso ya en pensamientos profundos, el periodista advierte al d¨ªa siguiente, en un reportaje sobre los taparrabos playeros : "...Aquella o aquel que quiera hacer uso del tanga atrayendo miradas y sonrisas de complicidad habr¨¢ de contar con una buena gen¨¦tica nalgatoria o bien habr¨¢ de invertir un buen n¨²mero de horas en deporte. Todo por el culto a culo. Que espect¨¢culo". Las reporteras de verano, en cambio, aportan l¨ªrica a la cr¨®nica de sociedad. As¨ª, Ana Mart¨ªn se conmueve en un desfile de moda donde se vivieron "cuatro horas de aplausos, risas y caras sorprendidas por la calidad de los vestidos". Y describe as¨ª el incomparable marco : "La alfombra roja del pasillo y las grandes mesas redondas situadas alrededor de la pasarela y con cabida para mil personas hac¨ªan que una se sintiera algo as¨ª como princesa de un castillo encantado". Se ve que luego viene la rana, la besa, y "una" se despierta tan feliz. En cambio a otras y otros, estas p¨¢ginas "refrescantes" nos cuestan un sofoc¨®n.
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