El visor del tiempo
Ha visto el pasar del tiempo a trav¨¦s de un visor. Y lo ha paralizado tantas veces en los momentos claves de la historia de M¨¢laga que se ha convertido en el due?o de uno de los mejores archivos fotogr¨¢ficos de la ciudad. Bienvenido Guirado, un hombre de 61 a?os, entr¨® a formar parte del personal del laboratorio Arenas, el m¨¢s antiguo que existe en M¨¢laga, "como aprendiz con pantalones cortos y una escoba" en los a?os cincuenta. Su misi¨®n: "Barrer, cobrar las facturas y llevar las c¨¢maras". No se qued¨® ah¨ª. Tuvo un golpe de suerte y su jefe se puso enfermo el d¨ªa en el que hab¨ªa que hacer una foto de un colegio y lo mandaron a ¨¦l. Fue su primera tarea en una profesi¨®n que, mirada con la perspectiva que dan los a?os, considera vocacional. "Hice el trabajo a satisfacci¨®n de mi cliente y de mi jefe". Pero le cost¨® ganarse la confianza de Jos¨¦ Arenas, quien se lo dej¨® claro desde un principio: "Ni?o, no te creas t¨² que porque hayas hecho bien la primera vez lo vas a hacer siempre as¨ª". Frente a su visor han pasado desde "el general Franco en su ¨²ltima visita a M¨¢laga" hasta el rey Juan Carlos "cuando todav¨ªa era pr¨ªncipe", fotos todas ellas "de lo cotidiano" que publicaba en el Ideal de Granada, cuando ten¨ªa corresponsal¨ªa en M¨¢laga, en La Tarde y de las que todav¨ªa echa mano el diario Sur cuando necesita una mirada retrospectiva. Pero se queda con la foto que hizo al Cardenal Herrera Oria "con una m¨¢quina de las que ten¨ªas que poner un pa?o negro en la cabeza para enfocar a trav¨¦s de un cristal esmerilado". Con esa y con una del gobernador Manuel Garc¨ªa del Olmo que considera "impactante". Fue en los a?os cincuenta, en unas inundaciones "que se hab¨ªan llevado una pila de chabolas en la playa de San Andr¨¦s. El rostro de aquel hombre refleja la impotencia de no poder soliviantar las penas de esa gente", afirma. Son s¨®lo algunos de los m¨¢s de medio mill¨®n de negativos que Bienvenido posee desde los a?os 30 en adelante. Pero le falta uno a pesar de mirar constantemente el mundo a trav¨¦s de una mirilla aunque no lleve c¨¢mara. "No considero que la consiga ya, pero es una foto que me gustar¨ªa hacer. La firma de un tratado de paz entre los madrile?os y los vascos". Bienvenido pas¨® a ser due?o del archivo despu¨¦s de que, tras muchos cambios de manos entre los familiares de Jos¨¦ Arenas, uno de ellos quisiera cerrar el laboratorio. Esa fue su indemnizaci¨®n, en vez de los dos millones que dict¨® el juez en 1982 cuando ya ten¨ªa las u?as quemadas por los l¨ªquidos de revelar las fotos en blanco y negro. Hoy contin¨²a haciendo fotos publicitarias y algunas de "vida gr¨¢fica" para que el archivo no se quede anticuado. Es uno de los pocos momentos en los que la casualidad ha dictado su vida. Porque hasta su nombre es fruto de las leyes. Su padre pertenec¨ªa a la CNT y tuvo que escapar a pie con rumbo a Almer¨ªa cuando los nacionales entraron en M¨¢laga en 1937. "Mi madre estaba embarazada de m¨ª de siete meses". El destino final fue Barcelona. "All¨ª mi madre se puso de parto en el momento en que estaban bombardeando. As¨ª que me pusieron Bienvenido por la forma en la que vine al mundo, mientras ca¨ªan bombas".
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