La casta amodorrada
Estos santacolomas que cr¨ªa Hern¨¢ndez Tabernilla en su dehesa de Guadalix, se est¨¢n descastando a chorros. Conservan un ramalazo de la bravura y agresividad de otros tiempos en algunas alegres arrancadas al caballo del picador, pero van con la cara alta y sin dejarse pegar a gusto. A muchos hay que taparles la salida para poder castigarlos. Otros, como el segundo, son aut¨¦nticos mansos de libro, que cocean al sentir el hierro y se largan a terrenos menos conflictivos. Y luego, todos se quedan parados en la muleta, con cara somnolienta, ajenos a la llamada de la voz del torero y al toque del enga?o. Duermen la modorra de sus viejas glorias, como ebrios del vino de los ¨¦xitos de sus antepasados. A veces se acuerdan de que son toros de lidia y se permiten una embestida. Pero sin alegr¨ªa, sin repetir, sin entregarse. As¨ª vienen saliendo desde hace algunos a?os.Este tipo de toro bobo y dormil¨®n requiere una lidia distinta a la aprendida faena de derechazo y tentetieso que en estos tiempos llevan los toreros a la plaza. Por eso, los tres toreros se lucieron en muy escasas ocasiones, y la tarde result¨® enormemente aburrida. Esas hileras de japoneses, que cada tarde descienden lentamente por el grader¨ªo tras el arrastre del tercer toro, bajaban ayer con el ojillo m¨¢s oblicuo y entornado. Era la marca del tedio.
Pl¨¢ / Agudo, Padilla, Pirri
Toros de Hern¨¢ndez Pl¨¢, de escaso trap¨ªo, sosos, amodorrados.Regino Agudo: pinchazo, media delantera -aviso- y descabello (silencio); pinchazo -aviso-, cinco pinchazos -segundo aviso- y descabello (algunos pitos). Juan Jos¨¦ Padilla: estocada desprendida y atravesada (palmas); media estocada y descabello (silencio). Pirri, que confirm¨® alternativa, media tendida y otra entera tendida (aplausos y saludos); pinchazo y estocada desprendida (silencio). Plaza de Las Ventas. 23 de agosto. Menos de media entrada
Confirmaba Pirri la alternativa y fue, tal vez, el que mejor supo templar las bobaliconas arrancadas de los morlacos. En el toro de la ceremonia exhibi¨® buena voluntad, seguridad y serenidad. Le sac¨® medios pases porque no cab¨ªa otra cosa. El toro se quedaba muy corto, falto de fuerza y lleno de sue?o. Condujo la embestida del sexto con ritmo y temple adaptados a la modorra del bicho. Quiso y no siempre pudo el confirmante, porque a un animal que duerme no se le puede dar fiesta y bulle-bulle. Pero estuvo digno y aseado.
Tambi¨¦n Juan Jos¨¦ Padilla tuvo sus aciertos. Su primer toro tuvo un comportamiento desconcertante. Empez¨® desarmando al torero con sus cabezazos y acab¨® con desesperante soser¨ªa. Padilla lo meti¨® bien en la muleta, y trat¨® de resolver los problemas con voluntad y valor. Un trabajo sin brillo, pero con m¨¦rito. Al quinto del encierro le busc¨® las vueltas por todas partes pero el toro, tal vez el m¨¢s dormido de la corrida, no se dej¨® hacer. Tambi¨¦n puso banderillas con decisi¨®n, pero debe buscar m¨¢s variedad en el repertorio, pues al quinto toro le puso tres pares id¨¦nticos, por el mismo pit¨®n.
Regino Agudo estuvo mal. Hay que decirlo. Ten¨ªa una miaja de picantillo su primer enemigo y se trasladaba con menos modorra. Regino pas¨® apuros para dominarlo. Despu¨¦s, contribuy¨® a la soser¨ªa y distracci¨®n del toro con sus desplazamientos del muletazo hacia afuera. Le falt¨® siempre esa picard¨ªa y decisi¨®n que debe tener un torero para sacar partido de estas problem¨¢ticas situaciones.
Muchas dudas e inseguridad en la faena de muleta al cuarto, para terminar encimista y con empleo del pico. La empez¨® sentado en el estribo, pas¨¢ndolo con quietud y cierto gusto, pero despu¨¦s se le queda r¨ªgido el brazo y no puede mandar. Se muestra torpe, y no sabe dar la salida, con lo que pasa los naturales apuros. Con el manejo del estoque demostr¨® la misma inexperiencia y tambi¨¦n anduvo sin recursos y falto de experiencia en el momento de recoger a los toros de salida y torearlos despu¨¦s.
Babelia
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