Falta de acuerdo entre Londres y Dubl¨ªn sobre el fin de la violencia
Tras las l¨¢grimas, surgen las discrepancias. Son igualmente amargas. En Londres se habla del final de la guerra. En Dubl¨ªn no se hacen tan atrevidas apuestas. Hay dudas sobre que la atrocidad de Omagh pueda no ser la ¨²ltima. Los primeros ministros Tony Blair y Bertie Ahern ten¨ªan ayer un enfoque diferente del posible efecto pol¨ªtico de la m¨¢s aterradora expresi¨®n de la violencia que seg¨® la vida de 28 inocentes. Lo cual inquieta a los irlandeses.
Mientras todav¨ªa no ha crecido el c¨¦sped sobre las nuevas tumbas de Irlanda, lo mas estridente e incomprensible resultaba ayer la ausencia total de consonancia de los gobiernos de Londres y Dubl¨ªn. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, que regres¨® al sur de Francia para proseguir sus vacaciones tras una fugaz aparici¨®n en Belfast, declar¨® al Sunday Telegraph que la bomba de Omagh, marcaba el final del m¨¢s "horroso acontecimiento" en la historia contempor¨¢nea del Ulster. El primer ministro irland¨¦s, Bertie Ahern, mucho m¨¢s cercano a la brutalidad en una isla cansada de tanto desfile de ata¨²des, no est¨¢ de acuerdo. Por eso, las palabras del jefe del Gobierno de Dubl¨ªn pusieron a todos en guardia. "Omagh", dijo Ahern, "con todo ese horror de las matanzas sin objetivo, no cierra el cap¨ªtulo de asesinatos".
Ahern predijo ayer que los grupos extremistas republicanos pueden dar un ¨²ltimo coletazo -mortal, se entiende- a pesar de las medidas de seguridad que Londres y Dubl¨ªn han organizado en el m¨¢s reciente intento por decapitar el terrorismo. "Me encantar¨ªa declarar que lo de Omagh es lo ¨²ltimo", dijo Ahern, "pero creo que todav¨ªa queda un elemento peque?o que no comparte esa impresi¨®n".
El optimismo de Blair de que la guerra se ha acabado ante el asco de la violencia ciega, se apaga, no tiene nada que ver con el realismo de Ahern. ?ste ¨²ltimo, al fin y al cabo, vive con la violencia llam¨¢ndole a las puertas, mientras Blair, distante en Londres y a¨²n m¨¢s distante en la campi?a francesa, prefiere honrar la memoria de los muertos, para beneficio de los fot¨®grafos, tomar un avi¨®n y volver al pintoresco descanso con su familia.
Los miembros del llamado IRA Aut¨¦ntico, la facci¨®n disidente del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s que se ha atribuido el feroz atentado de Omagh, est¨¢n pr¨¢cticamente destruidos. Pero tienen seguidores. Seg¨²n Ahern, ¨¦stos no comparten ni la contrici¨®n de la barbaridad cometida hace nueve d¨ªas, ni la convicci¨®n de que el terror no tiene ni sentido ni futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.