Las urnas fuerzan a Kohl a aplazar las obras del monumento al holocausto
Rara vez las complejidades de la relaci¨®n de la clase pol¨ªtica y la intelectualidad alemana con el pasado y el futuro del pa¨ªs se han puesto tan de manifiesto como en el proyecto para edificar en Berl¨ªn un monumento en memoria de los seis millones de jud¨ªos muertos en el holocausto. Diez a?os de acaloradas discusiones, dos concursos internacionales y un solar cercano a la puerta de Brandenburgo a punto para comenzar las obras a finales de enero no han sido suficientes para que el canciller Helmut Kohl tomara una decisi¨®n.
Kohl sigue sin dar su parecer sobre el dise?o concreto que dar¨¢ cuerpo a la iniciativa lanzada en 1988 por la periodista Lea Rosh, de Hamburgo. Todo indica que los dirigentes alemanes se han visto atrapados en un proyecto que encaja mal en los planes de desarrollo de Berl¨ªn como gran metr¨®poli europea, pero al que no es posible renunciar en nombre de las responsabilidades hist¨®ricas de Alemania y de la opini¨®n p¨²blica de los supervivientes del holocausto.El Senado de Berl¨ªn ratific¨® ayer su intenci¨®n de construir un monumento, pero no se pronunci¨® ni sobre el lugar ni sobre el proyecto favorito del canciller Kohl: el del arquitecto Peter Eisenmann.La v¨ªspera, Kohl y el alcalde de Berl¨ªn, Eberhard Diepgen, se pusieron de acuerdo en aplazar la decisi¨®n hasta despu¨¦s de los comicios legislativos del 27 de septiembre, alegando que no existe hoy la "necesaria atm¨®sfera de objetividad" . El Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD), por boca de Michael Naumann, el responsable cultural del equipo de Gerhard Schr?der, apoy¨® el nuevo retraso, uno m¨¢s de los muchos que ya se han dado cada vez que se acercaba la fecha fat¨ªdica en la que hab¨ªa que elegir un proyecto.
?Es necesario el monumento? ?Qu¨¦ tipo de monumento? ?Es apropiado edificarlo en Berl¨ªn? ?Es el solar elegido, en las cercan¨ªas de la antigua canciller¨ªa ocupada por Hitler, el m¨¢s indicado para ello? ?Debe centrarse la obra s¨®lo en la memoria de los jud¨ªos exterminados o debe tener en cuenta a otras v¨ªctimas del nazismo? Estas y otras preguntas han dado lugar a acalorados debates y han provocado incluso enemistades personales.
Uno de los elemento para entender la discusi¨®n est¨¢ en los cambios que Alemania ha experimentado desde 1988 y el papel simb¨®lico que Berl¨ªn ha adquirido como nueva capital de la Alemania unificada y su imagen de ciudad hacia el futuro.
El muro no hab¨ªa ca¨ªdo a¨²n en 1989 cuando el gran l¨ªder de la socialdemocracia, Willy Brandt, los escritores G¨¹nter Grass y Crista Wolf y el director de orquesta Kurt Masur fundaran un grupo a favor de un monumento en memoria de los jud¨ªos asesinados de Europa. En 1993, el Gobierno entreg¨® dos hect¨¢reas. En 1995 el jurado que deb¨ªa elegir entre 528 concursantes se mostr¨® indeciso ante dos proyectos. Se impuso el dise?o de una pintora berlinesa, Christine Jackob-Marks, que conceb¨ªa una enorme superficie de hormig¨®n con los nombres de los millones de v¨ªctimas.
Pero no gust¨® al canciller, que lo vet¨®. En otro concurso, ya en 1997, hubo cuatro finalistas; entre ellos, Richard Serra y Peter Eisenmann (con un proyecto conjunto), Daniel Liebskind (autor del Museo Jud¨ªo de Berl¨ªn), Jochen Gerz y Gesine Weinmiller. Serra se retir¨® y Kohl mostr¨® este verano sus preferencias por el trabajo de Eisenmann.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.