Meterse en pol¨ªtica
Desde Sanl¨²car, Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald nos ha hecho dos regalos. Uno es todo un est¨ªmulo para sobrevivir al terral que nos azota: por fin se ha decidido a escribir el segundo tomo de sus memorias. Superados caballerosos pudores, alg¨²n d¨ªa, quiz¨¢ pronto, podremos leer la continuaci¨®n de Tiempos de guerras perdidas. El otro regalo es la frase feliz con la que este peri¨®dico titulaba el lunes la entrevista con nuestro excepcional paisano: "Menos El lago de los cisnes, todo est¨¢ politizado". Hay toda una tradici¨®n de desprestigio de la pol¨ªtica que suele partir de la derecha, de esa misma derecha que se averg¨¹enza de serlo y dice que no hay derechas ni izquierdas o decide, simplemente, declararse de centro. Es muy conocido el consejo que el general Franco daba a Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n: "Haga usted como yo, don Jos¨¦ Mar¨ªa, no se meta en pol¨ªtica". Otros contempor¨¢neos, no menos sospechosos, aborrecen tambi¨¦n de la pol¨ªtica: son los populistas que como los alcaldes de Marbella, Estepona o Benalm¨¢dena, tarde o temprano, y de forma consecuente, terminan desapareciendo de las p¨¢ginas pol¨ªticas de los diarios para dejarse ver en las de sucesos. Siempre termina uno encontrando razones para recelar de aquellos que desconf¨ªan de la pol¨ªtica. Hace un a?o, el PP de Marbella se negaba a participar en la lucha contra el Plan General de Gil alegando que el asunto se hab¨ªa politizado. Luego, gracias a las denuncias hechas por un sector de la propia militancia del PP, se ha visto que, m¨¢s que pol¨ªticos, los reparos eran econ¨®micos y afectaban a los bolsillos de un dirigente local de ese partido, felizmente apartado de esa pol¨ªtica que tanto asco le daba. Nuevamente, al oponerse al foro Nuevo Siglo, el PP andaluz ha desenterrado la desconfianza por la pol¨ªtica de una parte de la derecha. Pedir ahora la dimisi¨®n de su coordinador, Antonio Pascual, no parece que sirva para arreglar las cosas. No es buena esta decisi¨®n para el PP, que al desvincularse del foro se desengancha del vag¨®n en el que van unos cuantos hombres de los que nos sentimos orgullosos la mayor parte de los andaluces. S¨®lo a la hora de honrar a los muertos ilustres -que, pobrecillos, no pueden llevar la contraria a nadie- no importa si ¨¦stos fueron de derechas o de izquierdas. As¨ª, en los ¨²ltimos dos a?os, el PP ha convertido a gentes como Aza?a o Lorca en patrimonio pol¨ªtico com¨²n. No parece que, en cambio, el PP est¨¦ dispuesto a hacer lo mismo con integrantes del foro como Alvar, Ayala o Caballero Bonald, que est¨¢n en disposici¨®n de hablar por s¨ª mismos, y ojal¨¢ lo sigan estando por much¨ªsimo tiempo. Comete un gran error el PP tratando de convertir a Antonio Pascual en la diana de sus ataques. Ya s¨®lo falta recuperar el viejo soniquete hist¨¦rico -v¨¢yase se?or Pascual- que tantos ¨¦xitos le dieran a nuestra derecha. Pero no es probable que Chaves cese a Pascual. Primero, porque ning¨²n pol¨ªtico suele ceder a este tipo de imposiciones. Y, segundo, porque el trueque ser¨ªa desigual. ?De verdad cree el PP que el foro se enriquecer¨ªa cesando a Pascual? ?Ser¨ªa el debate m¨¢s fino si al salir Pascual volviese Celia Villalobos? No parece un buen trato.
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