Vacaciones solidarias
Por convicci¨®n, por necesidad de lavar la conciencia o porque el voluntarismo est¨¢ de moda. Por alguna de estas razones, o por una mezcla de todas ellas, cada vez son m¨¢s las personas que dedican sus vacaciones a los m¨¢s necesitados. El denominado turismo solidario consiste en participar en proyectos de cooperaci¨®n mientras se descubren otras culturas y se conoce la cara oculta de los pa¨ªses pobres, y no suele aparecer en las trilladas gu¨ªas tur¨ªsticas prefabricadas. A la vuelta, en lugar de una colecci¨®n de fotos con t¨®picas vistas de postal, el viajero trae consigo un equipaje repleto de enriquecedoras vivencias. El auge de esta modalidad tur¨ªstica alternativa coincide con la expansi¨®n del voluntariado de los ¨²ltimos a?os, fen¨®meno en el que las ONG han desempe?ado un papel indiscutible, seg¨²n afirma Vicen? Fisas, titular de la C¨¢tedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). Alfred Vernis, profesor del departamento de pol¨ªtica de empresas de Esade y coautor de La gesti¨®n de las organizaciones lucrativas (Deusto, 1998), atribuye la aceptaci¨®n de esta nueva forma de turismo a la "curiosidad solidaria" que despierta el Tercer Mundo entre los pa¨ªses desarrollados. Concretar con cifras la expansi¨®n del turismo voluntario es dif¨ªcil, puesto que los campos de trabajo u otras actividades solidarias se organizan mayoritariamente desde las ONG, que en Catalu?a funcionan de una forma muy aut¨®noma. Bajo la denominaci¨®n de turismo solidario se engloban desde propuestas de voluntariado estricto, cuyos participantes trabajan hasta 40 horas semanales en proyectos de cooperaci¨®n, hasta expediciones cuyo principal objetivo es la convivencia y el intercambio con otras culturas. Algunas iniciativas combinan ambas facetas, como ocurre con las rutas por la regi¨®n del Atlas marroqu¨ª organizadas por la ONG barcelonesa Sodepau. Adem¨¢s de conocer una zona que permanece a la sombra de los grandes hoteles del pa¨ªs, el viajero contribuye a aumentar los ingresos directos de la poblaci¨®n rural, a frenar el aislamiento y el ¨¦xodo que sufren los pueblos de monta?a y a impulsar el asociacionismo local. Las "brigadas solidarias" organizadas por la Fundaci¨® Pau y Solidaritat, la ONG del sindicato CC OO, requieren mayor fuerza de voluntad. Entre estas actividades, destacan dos expediciones a Cuba, una de ellas para colaborar en la reconstrucci¨®n de un centro cultural de Los Sitios, en La Habana, y otra para rehabilitar la sede de la organizaci¨®n sindical Central de Trabajadores Cubanos (CTC) de Holgu¨ªn. Jaume Casasses, coordinador de los campos de solidaridad de la organizaci¨®n SETEM, apunta que el principal requisito que se exige a los turistas solidarios es la motivaci¨®n, el esp¨ªritu altruista y la humildad. "Intentamos hacer entender a los participantes que en un mes no van a arreglar el mundo. La actitud paternalista debe ser sustituida por una voluntad de aprender, de intercambiar experiencias y conocer otras culturas", indica. El coordinador general de la rama catalana de la ONG Servicio Civil Internacional, Gianni Orsini, a?ade en este sentido que la actividad programada "no debe entenderse como una finalidad en s¨ª misma, sino como una herramienta que contribuye a fomentar inquietudes solidarias". "De regreso del viaje, los participantes suelen seguir colaborando en otros programas de voluntariado durante el resto del a?o", a?ade. El profesor Alfred Vernis apunta, sin embargo, que esto no siempre ocurre. "Si los voluntarios no van al lugar escogido con los ojos bien abiertos y con ganas de aprender, regresan con una gran frustraci¨®n y sin haber entendido nada de lo que han visto", indica. Participar en uno de los campos solidarios que organizan las ONG requiere a menudo una formaci¨®n previa orientada a la labor que se va a ejercer. En la mayor¨ªa de los casos, la misma entidad ofrece cursos de preparaci¨®n a los participantes unos meses antes de que se enrolen en la aventura. "Para no acabar siendo un estorbo, es necesario tener informaci¨®n sobre la problem¨¢tica del lugar donde se va a ofrecer la ayuda y conocer la forma en que trabajan las ONG de la zona", apunta Casasses. Los precios del turismo solidario exigen un esfuerzo suplementario, puesto que la mayor¨ªa de las expediciones a pa¨ªses del Tercer Mundo se sit¨²an por encima de las 100.000 pesetas, como las que organiza SETEM en varios paises latinoamericanos o asi¨¢ticos. Las 300 plazas que ha ofertado la entidad para este verano se han cubierto. Optar por unas vacaciones solidarias, sin embargo, no significa necesariamente trasladarse a un pa¨ªs del Tercer Mundo. "Aunque no est¨¢ tan extendida, la pobreza tambi¨¦n afecta a nuestro pa¨ªs y podemos encontarla a la vuelta de la esquina", afirma Ra¨²l Escolana, miembro de Escoltes Catalans, una de las entidades que, adem¨¢s de organizar viajes solidarios en pa¨ªses subdesarrollados, ofrecen la posibilidad de dedicar las vacaciones al altruismo sin necesidad de salir de Catalu?a, colaborando en campos de trabajo en barrios deprimidos de Barcelona u otras poblaciones o bien en programas de atenci¨®n a la tercera edad o a personas discapacitadas. Desde hace varios veranos, Escoltes Catalans programa campos de trabajo para rehabilitar viviendas y mejorar las condiciones de vida de familias sin recursos del barrio de la Ribera de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. La actividad, denominada Coopera Barcelona, tiene el apoyo de Arquitectes Sense Fronteres y el Departamento de Bienestar Social, y a ella pueden apuntarse j¨®venes de entre 18 y 30 a?os, espa?oles y extranjeros. Los participantes deben pagar una cuota de 25.000 pesetas, que incluye alojamiento, manutenci¨®n y formaci¨®n. Adem¨¢s, seg¨²n Ra¨²l Escolana, se les organizan unas rutas "para conocer el lado m¨¢s oscuro de la ciudad, una Barcelona ins¨®lita para la mayor¨ªa de ellos". Organizaciones internacionales con sede en Catalu?a, como Servicio Civil Internacional (SCI), tampoco olvidan las situaciones de pobreza e injusticia m¨¢s cercanas. Esta organizaci¨®n ha programado para este verano un campo de trabajo en el Casal d"Infants del Raval de Barcelona y otro en una residencia de disminuidos de Tarragona. El ampurdan¨¦s Grup d"Esplai Xibalb¨¤ propone "descubrir los contrastes socioecon¨®micos en una de las ciudades m¨¢s ricas del pa¨ªs, Figueres". La entidad propone a un grupo de 30 j¨®venes colaborar en la rehabilitaci¨®n de viviendas de familias necesitadas y atender personas de la tercera edad o discapacitadas. Por su parte, C¨¢ritas Parroquial de Berga, en colaboraci¨®n con el Departamento de Bienestar Social, tambi¨¦n ofrece la posibilidad de pasar unas vacaciones solidarias sin salir de Catalu?a. La propuesta de la entidad, abierta a una treintena de j¨®venes de toda Espa?a y de edades comprendidas entre 15 y 18 a?os, consiste en atender a los ancianos de las tres residencias que existen en la poblaci¨®n y organizar actividades para ni?os de familias pobres o desestructuradas. El precio de la actividad es de 23.000 pesetas, incluida la manutenci¨®n y el alojamiento. "El servicio lo ofrecen de forma totalmente altruista, por lo que es admirable que todos los a?os se completen todas las plazas que ofrecemos", indica un portavoz de C¨¢ritas. La Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s, adem¨¢s de repetir este verano la expedici¨®n que organiza desde hace cinco a?os a la Rep¨²blica Dominicana, ha incluido en su programa un campo de trabajo para reactivar la vida rural del pueblo de Gallegos de Sobrinos (?vila), y otro en Manresa (Bages), donde un grupo de j¨®venes ayudar¨¢ en las tareas agr¨ªcolas y dom¨¦sticas al propietario de una granja que est¨¢ incapacitado a causa de un accidente. Todas estas propuestas se incluyen en la campa?a Estiu 98, impulsada por la Secretar¨ªa General de Juventud de la Generalitat, que ofrece un total de 1.932 plazas en Catalu?a, 136 en el resto de Espa?a y 326 en el extranjero.
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