Mucho Mora
"Mucho Mora", comentaban a la salida. Y no se sab¨ªa a qui¨¦n se estaban refiriendo, porque Mora hubo unos cuantos. Ser¨ªa, quiz¨¢, Juan Mora, que cort¨® una oreja y tuvo pasajes buenos en sus dos faenas. Ratificarlo proced¨ªa, sin embargo: -?Se refiere -un suponer- a Juan Mora, fino torero placentino?-Me refiero a que si era preciso hacer dos sustituciones, ya podr¨ªan haber buscado toreros de distintos nombres, con tantos como hay.
Efectivamente, entre la A y la Z hay muchos. Pero, sin duda por pura casualidad, los Mora y sus derivados -Juan Mora, Morante de la Puebla, Eugenio de Mora- cayeron juntos.
Hac¨ªan el pase¨ªllo y les llamaban los morosos. Naturalmente, a quien se le ocurri¨®, se le hizo callar de inmediato: chistes, los justos. Aparte de que la fiesta es una cosa seria o por lo menos deber¨ªa serlo.
Garrido / J
Mora / Morante / E. MoraCuatro toros de Diego Garrido (dos se rechazaron en el reconocimiento), terciados, flojos, encastados en general. De Los Recitales: 4?, sin trap¨ªo, inv¨¢lido, boyante; 6? presentanble, flojo, media casta. Juan Mora: pinchazo aguantando, pinchazo, bajonazo y rueda de peones (ovaci¨®n y tambi¨¦n pitos cuando saluda); bajonazo (oreja). Morante de la Puebla: estocada tendida desprendida perdiendo la muleta (silencio); media estocada tendida y rueda de peones que la ahonda; se le perdon¨® un aviso (silencio). Eugenio de Mora: pinchazo, otro hondo tendido trasero, ruedas de peones y descabello (silencio); estocada (silencio). Plaza de Colmenar Viejo, 31 de agosto. 3? corrida de feria. Dos tercios de entrada.
Los hechos dejaron la definici¨®n en su condicionante pues lo que sali¨® por los chiqueros no invitaba, precisamente, a proclamar la seriedad de la causa. Sencillamente, los toros carec¨ªan de trap¨ªo.
Ahora bien: hay dr¨¢sticas diferencias entre los toros sin trap¨ªo que sacan en Colmenar, y los toros sin trap¨ªo que cuelan en otros pagos. Los de Colmenar ten¨ªan pitones y cierta vivacidad embestidora; los de otros pagos, salen muermos. A los de Colmenar los protestaba el p¨²blico con vehemencia; a los de otros pagos les dan la vuelta al ruedo.
Todos los toros protest¨® el p¨²blico por su trap¨ªo o por sus pitones no excesivamente santos, o por su debilidad, o por todo a la vez.
La lidia del tercero, por ejemplo, transcurri¨® en medio de un continuo esc¨¢ndalo y la faenita corta que le intentaba Eugenio de Mora no quiso admitirla de ninguna manera la afici¨®n. La poquedad del tercero qued¨® de alguna manera compensada por la presencia del sexto, grandecito y feo con ganas, y ese ya se acept¨®. Mas manse¨® el gal¨¢n, se aquerenciaba a toriles en el ¨²ltimo tercio, se puso reserv¨®n, y Eugenio de Mora, tras porfiar tres series de derechazos, que sal¨ªan deslucidos, decidi¨® pasaportarlo.
Los toros no eran culpables de todo. A Morante de la Puebla le salieron nobles y no les sac¨® partido. Torero de buen corte, seg¨²n se sabe, en el transcurso de sus faenas -destempladas, escasamente reunidas- apenas si dio muestras de esa condici¨®n, salvo alg¨²n detalle suelto; el kikirik¨ª y la trincherilla en el segundo toro, el torero molinete a izquierdas en el quinto...
El rev¨¦s fue Juan Mora que, siendo el veterano, parec¨ªa el joven. Mientras sus compa?eros daba la sensaci¨®n de que ya tienen dos cortijos y no les merece la pena sudar el terno, Juan Mora lo sud¨® a fondo. Abri¨® mucho el comp¨¢s en los derechazos -a veces demasiado-, ce?¨ªa los de pecho, pas¨® por naturales, de mayor enjundia cuando cargaba la suerte, muy superficiales y efectistas cuando se aflamencaba juntando las zapatillas, citaba al hilo del pit¨®n y embarcaba el viaje del toro hacia la peripecia.
Le dio un aire. De repente le dio un aire a Mora en plena faena: tir¨® los trastos y ret¨® al toro a cuerpo limpio. ?Mucho, Mora! El toro, que no estaba para trotes, rehuy¨® la pelea. Y aunque luego Mora le porfiaba m¨¢s derechazos, se resist¨ªa a embestir. Muri¨® el toro de un bajonazo y Mora le cort¨® la oreja. Mora, el veterano. Mora, el fino torero placentino. O sea, Juan Mora: no confundir.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.