173 familias tienen 10 d¨ªas de plazo para desalojar sus chabolas junto al r¨ªo

Un total de 173 familias que habitan en infraviviendas ilegales situadas a orillas de los r¨ªos Manzanares, Jarama, Henares y del arroyo de la Vega viven sus ¨²ltimos d¨ªas junto a las m¨¢rgenes de estas corrientes de agua. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo ha instado, a trav¨¦s de un edicto, a los propietarios de estas chabolas para que, antes del pr¨®ximo 9 de septiembre, abandonen sus chamizos o presenten las alegaciones a los expedientes de desalojo y derribo que se instruyen desde hace casi un a?o. Si los residentes no pudiesen demostrar que ocupan las chabolas de forma legal, la Confederaci¨®n requerir¨¢ a los jueces las correspondientes ¨®rdenes de derribo. Tras estas primeras 173 chabolas, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo ultima otras 897 notificaciones de desalojo de infraviviendas situadas tambi¨¦n en los cauces de los r¨ªos madrile?os. De esta manera se pretende que la totalidad de los cauces fluviales de la regi¨®n queden libres de edificaciones en las zonas de dominio p¨²blico hidra¨²lico, a menos de 100metros de las aguas. Todas estas construcciones, hasta un total de 1.070, son supuestamente ilegales, y un aumento inesperado del caudal puede poner en peligro la vida de sus moradores.De hecho, el pasado 24 de noviembre de 1997, el presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, reuni¨® a representantes de las consejer¨ªas implicadas, al delegado del Gobierno, a la Federaci¨®n Madrile?a de Municipios (FMM) y a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo para pedirles una soluci¨®n definitiva a los asentamientos ilegales. La Fiscal¨ªa de Medio Ambiente de Madrid apoy¨® la iniciativa.

Pero la Confederaci¨®n, ante las dificultades que pod¨ªa suponer echar a las m¨¢s de mil familias que viven junto a los cauces, elabor¨® un plan alternativo: desviar los r¨ªos para no tener que echar a los chabolistas. Sin embargo, el plan fue desechado por la Comunidad por el enorme impacto ambiental que generar¨ªa. Adem¨¢s, no estaba claro que las aguas no terminasen volviendo a su cauce natural con el correr de los a?os. Por eso, todas las partes aprobaron definitivamente acudir al derribo de las infraviviendas.

Ahora llegan las consecuencias: 14 de las chabolas que ser¨¢n derribadas est¨¢n en el paraje de Las Castellanas, en San Fernando; otras 29 (San Sebasti¨¢n) se ubican en la ribera izquierda del Arroyo del Vega, entre "el polideportivo de Alcobendas y unos 350 metros aguas abajo del puente de la N-I"; otras cuatro viviendas m¨¢s (Madrid) fueron edificadas "a la altura del Club de Campo y junto a la depuradora de la China". En Alcal¨¢ existen 55 chabolas en el margen derecho del Henares, en el paraje de Los Jara¨ªces. Finalmente, en ambas riberas del Jarama, a su paso por Madrid, hay otras 32 chabolas m¨¢s, "a la altura de la zona industrial de Iberia".

El consejero de la Presidencia, Jes¨²s Pedroche, se manifiesta satisfecho: "Es muy positivo que desaparezcan esas infraviviendas porque, hasta ahora, hemos tenido mucha suerte y no se han producido en Madrid desgracias como la de Badajoz, pero no podemos seguir tentando a la suerte".

El consejero est¨¢ convencido de que el problema social que ocasionar¨¢ el desalojo de las 173 familias que perder¨¢n su techo no ser¨¢ tan grave como parece. "Creo que la mayor¨ªa de las chabolas situadas junto a los r¨ªos no son utilizadas como viviendas permanentes, sino como segundas residencias". Pedroche est¨¢ dispuesto a estudiar, caso a caso, el problema de las familias desalojadas. "Si se demuestra que alguno de los residentes se queda en la calle y no tiene ning¨²n otro sitio donde vivir, entre todas las administraciones tendr¨ªamos que buscar una soluci¨®n solidaria. El Gobierno no puede ser insensible a estos problemas ni cruzarse de brazos", apostilla.