El Tribunal de la ONU dicta la primera sentencia por el genocidio de un mill¨®n de ruandeses en 1994
El Tribunal de Naciones Unidas de Arusha (con poderes similares al de La Haya), establecido en 1994 para juzgar los cr¨ªmenes cometidos en Ruanda durante la primavera de ese a?o -un genocidio que cost¨® la vida a casi un mill¨®n de personas, en su mayor¨ªa tutsis-, dict¨® ayer su primera sentencia: el ex alcalde de Taba, el hutu Jean Paul Akayesu, fue hallado culpable de nueve de los 15 delitos de los que se le acusaba; entre los que se encuentran los de genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad, violaci¨®n y tortura. Podr¨ªa ser condenado a cadena perpetua.
La suerte de Akayesu se decidi¨® en una sola noche. El 18 de abril de 1994, dos grupos de hutus se acercaron a su residencia en Taba. Uno deseaba llevar a cabo una matanza entre los tutsis siguiendo las ¨®rdenes del Gobierno y de los jefes de la milicia interhamwe. El otro se negaba a emplear la fuerza. Akayesu, un hombre de gran prestigio en su comunidad, tuvo, seg¨²n la sentencia del tribunal de Arusha, la oportunidad de evitar la tragedia. No s¨®lo no lo hizo, sino que alent¨® el asesinato. Algunos testigos declararon que entreg¨® listas de oponentes pol¨ªticos que deb¨ªan ser eliminados. El resultado fueron 2.000 muertos. La mayor¨ªa, tutsis.Aunque esos 2.000 muertos es una cifra ¨ªnfima comparada con el mill¨®n de tutsis y hutus moderados que fueron asesinados en la primavera de 1994 en Ruanda, la localidad de Taba (en el centro del pa¨ªs) representa un modelo a peque?a escala de c¨®mo se llev¨® a cabo la eliminaci¨®n sistem¨¢tica de los tutsis.
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