La oposici¨®n pide a D¨ªaz Alperi que no libere m¨¢s suelo hasta decidir el modelo de ciudad
Iniciar los trabajos para revisar el planeamiento urban¨ªstico de la ciudad cuando falta menos de un a?o para las elecciones locales es, para los partidos pol¨ªticos de Alicante sentados en la oposici¨®n, una "temeridad" de la que no puede salir nada bueno. Si para afrontar esa revisi¨®n se parte, adem¨¢s, de la premisa de liberar suelo urbanizable en cantidad suficiente para configurar una ciudad sin modelo definido cercana al mill¨®n de habitantes, la propuesta, aparte de temeraria, es "una insensatez". El PP quiere convocar un concurso para adjudicar a especialistas la revisi¨®n del plan general urbano.
Los planes del PP de convocar este mes el concurso para adjudicar a un gabinete especializado la revisi¨®n del plan general de Alicante por 100 millones de pesetas han sido acogidos con fuertes protestas por los grupos de izquierda, que reclaman un debate para determinar primero qu¨¦ modelo de ciudad se quiere. El urbanismo lleva camino de convertirse casi en el ¨²nico punto de debate en la recta final de este mandato del PP. La intenci¨®n del PP de liberar unos 20 millones de metros cuadrados para expandir la ciudad hacia Elche y configurar una gran ¨¢rea metropolitana ha levantado pol¨¦mica. Representantes del PSPV, EU y NE han pedido al alcalde, Luis D¨ªaz Alperi, que d¨¦ marcha atr¨¢s y abra un debate sobre la cuesti¨®n. Las cr¨ªticas al primer edil y a su concejal de Urbanismo, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa, crecen d¨ªa a d¨ªa sin que ¨¦stos den su brazo a torcer: una vez adjudicado el estudio, en dos a?os el t¨¦rmino de Alicante ser¨¢ mucho m¨¢s urbano de lo que es. Para el portavoz municipal de EU, Jos¨¦ Luis Romero, acometer la revisi¨®n del planeamiento antes de que la ciudadan¨ªa se pronuncie parece m¨¢s una propuesta de la federaci¨®n de promotores y constructores que de un partido: "Da la impresi¨®n de que el PP no tiene otra idea de ciudad que el permanente crecimiento de la edificaci¨®n y la especulaci¨®n". Romero recuerda que los planes urban¨ªsticos en marcha o a punto de aprobarse permitir¨¢n levantar unas 30.000 viviendas, cifra que, a su entender, garantiza la actividad empresarial para los pr¨®ximos 10 a?os. "Adem¨¢s", dice, "nadie parece tener en cuenta que en Alicante existe un enorme parque de viviendas sin utilizar y sin vender". Los partidos de izquierda no comparten la opini¨®n de que Alicante tenga necesariamente que crecer, pero, en cualquier caso, insisten en que antes los ciudadanos y las instituciones mismas deben tener "muy claro" si quieren vivir en un ¨¢rea metropolitana de un mill¨®n de habitantes o seguir disfrutando, como hasta ahora, de una ciudad de tama?o medio. Viviendas vac¨ªas Preocupa desde la oposici¨®n, y mucho, que el desarrollismo y la alegr¨ªa urban¨ªstica se acometan al calor de un periodo de expansi¨®n y bonanza econ¨®mica, al que suele suceder la inevitable represi¨®n que traer¨ªa consigo la imposibilidad de vender lo construido. "Nos quedar¨ªa una ciudad fantasma llena de viviendas vac¨ªas", advierte Romero. El candidato del PSPV a la alcald¨ªa, Jos¨¦ Antonio Pina, insiste por su parte en la conveniencia pol¨ªtica de posponer el debate a despu¨¦s de las elecciones locales de 1999. "El PP va muy deprisa, no va a dejar suelo libre en la ciudad y yo no s¨¦ de d¨®nde va a salir tanta gente para ocupar las viviendas que se podr¨ªan construir con la propuesta del equipo de gobierno", comenta. Pina se pregunta tambi¨¦n c¨®mo podr¨¢ el Ayuntamiento afrontar en su gasto ordinario el mantenimiento de una infraestructura urban¨ªstica tan gigantesca. "La mayor parte de las viviendas que se pretende construir no se ocupar¨¢n, por tanto no tributar¨¢n y, adem¨¢s, todos sabemos que el Estado aporta fondos a las arcas locales de acuerdo al censo de habitantes, lo que significa que nos estamos jugando el futuro de la ciudad". Para el portavoz de NE, Pablo Rosser, antes de acometer la revisi¨®n, el Ayuntamiento deber¨ªa encargar un informe para determinar el suelo disponible, de acuerdo con el planeamiento actual, el parque de viviendas vac¨ªas y la cantidad de edificios que todav¨ªa pueden levantarse en solares y planes parciales aprobados o en estudio, adem¨¢s del crecimiento demogr¨¢fico de la ¨²ltima d¨¦cada. Con esos datos, los expertos dispondr¨ªan de par¨¢metros exactos y suficientes para saber si la ciudad debe crecer, cu¨¢ndo deber¨ªa hacerlo y por d¨®nde.Y todo esto se produce con el benepl¨¢cito de la Administraci¨®n. "En esas operaciones urban¨ªsticas hay dinero p¨²blico", recuerda Salvador Lara, que se refiere con ello a las inversiones oficiales para la construcci¨®n de complejos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias y de edificios como el Palacio de Congresos, que act¨²an como gancho para grandes operaciones urban¨ªsticas. "De esos edificios emblem¨¢ticos que promueve la Administraci¨®n se aprovechan los promotores", resalta Lara. Juan Pecourt, por su parte, lamenta que este modelo de actuaci¨®n -de "arquitectura corporativa", seg¨²n definici¨®n de este urbanista- "se est¨¢ tomando como lo normal de un proceso de desregulaci¨®n" de la actividad urban¨ªstica. "No es que haya que volver a la situaci¨®n anterior", agrega Pecourt, "sino que se trata de establecer mecanismos correctores". Medidas de choque Todas estas cuestiones ponen en evidencia, seg¨²n ambos arquitectos, la necesidad de revisar el vigente Plan General de Valencia. Pero mientras tanto hay que actuar, porque ese tr¨¢mite es lento. "Hacen falta medidas de choque", considera Lara. Y una de ellas afectar¨ªa a la gatera. "El estudio de detalle tiene que dejar de ser un mero tr¨¢mite administrativo, para convertirse en un documento urban¨ªstico que sea fiscalizado no s¨®lo con una visi¨®n matem¨¢tica, como ahora sucede, sino tambi¨¦n est¨¦tica, funcional, formal y de contexto", a?ade. As¨ª pues, no se tratar¨ªa tanto de cerrar la gatera como de poner trabas para que no se cuelen tantos gatos. Porque, seg¨²n Lara, mediante la actual manera de proceder "se est¨¢ hurtando el sentido que tiene la decisi¨®n de edificar en altura, que es liberar suelo abajo". "Todo esto no tiene sentido si no se libera suelo para el ciudadano", a?ade. Adem¨¢s, menciona la bajada que ha experimentado la demanda de vivienda de nueva construcci¨®n, y agrega: "La gente podr¨ªa vivir mucho mejor y por menos dinero rehabilitando viviendas, por ejemplo en el centro hist¨®rico". Sin embargo, todav¨ªa no es tarde, en opini¨®n de Lara y Pecourt. "Todo esto tiene soluci¨®n, estamos a tiempo de reconducir la situaci¨®n", declara, solemne, el primero. "Habr¨ªa que exigir una urbanizaci¨®n de m¨¢s calidad", tercia el segundo. Ambos consideran necesario que el Ayuntamiento de Valencia se d¨¦ cuenta de lo que est¨¢ pasando y ponga en marcha las medidas correctoras pertinentes. Unas medidas que pasan por una revisi¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana, que desde su aprobaci¨®n, en 1988, ha sufrido m¨¢s de un centenar de revisiones parciales, tantas como estudios de detalle han recibido la luz verde del Ayuntamiento y que han contribuido a desvirtuar el planeamiento aprobado entonces. Pero no todas las culpas son para la Administraci¨®n y para los promotores. Tambi¨¦n el Colegio de Arquitectos tiene su parte. Y a estos dos profesionales no les duelen prendas a la hora de ponerlas p¨²blicamente de relieve. "Es necesario recuperar el papel del Colegio de Arquitectos", se?ala Salvador Lara, "que debe defender la buena arquitectura, la calidad, la est¨¦tica."
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