?Existe la mafia rusa?
MANUEL ALCARAZ RAMOS
El autor sostiene que el PP de Alicante no quiere darse por enterado de la existencia de una organizaci¨®n delictiva en la que participan ciudadanos rusos, mientras que el Gobierno s¨ª lo reconoce"Mafia: cualquier organizaci¨®n clandestina de criminales" (Diccionario de la Real Academia Espa?ola. XXI Edici¨®n). Recientemente era asesinado un ciudadano ruso en el municipio de Orihuela. Con este lamentable suceso se reabre el debate sobre la presencia de una "mafia rusa" en el Pa¨ªs Valenciano, singularmente en la costa alicantina. Esta muerte ha venido precedida de secuestro y otras actividades delictivas protagonizadas por ciudadanos de pa¨ªses del Este. Y por el secreto a voces de la implantaci¨®n y de personas de otros estados del antiguo bloque comunista que llegan a nuestra tierra con gran cantidad de divisas para invertirlas. Estos son los hechos, negarlo es pura estupidez. Que informes policiales y del Cesid advirtieran de la generaci¨®n de entramados delictivos como el blanqueo de dinero, el tr¨¢fico de prostitutas o el de veh¨ªculos de lujo robados no hac¨ªa sino confirmar una sensaci¨®n ciudadana ampliamente asentada. Estos hechos no pueden justificar una especie de caza del ruso que no dejar¨ªa de ser una triste manifestaci¨®n de xenofobia. Pero dicho esto hay que criticar la miop¨ªa y el silencio de algunos responsables pol¨ªticos y sociales ante un fen¨®meno preocupante. Est¨¢ bien que se intente atraer turismo ruso o que la Generalitat abra una oficina para promover inversiones en Rusia -por cierto, minusvalorando la situaci¨®n de aqu¨¦l pa¨ªs, con un alt¨ªsimo nivel de su econom¨ªa en manos de redes criminales-. Lo que ya no est¨¢ bien desde ning¨²n punto de vista es la ceguera provocada por la llegada de un aluvi¨®n de dinero fresco que hace que se mire hacia otra parte mientras se instalan bandas de delincuentes: un fen¨®meno que si no se corta en sus inicios es muy dif¨ªcil de combatir posteriormente. Por eso es pat¨¦tico especular sobre si existe o no una mafia rusa. Como si fuera una cuesti¨®n teol¨®gica, como si decidir que no existe elimina los problemas y nos permite seguir recibiendo dinero negro que enriquece a unos pocos mientras se pone una semilla de violencia. ?Y los muertos?, ?y los secuestrados?, ?y las amenazas y extorsiones? Ser¨ªan s¨®lo acciones aisladas que ya combatir¨¢ la polic¨ªa mientras que las autoridades hacen ruedas de prensa tranquilizadoras alabando los intercambios econ¨®micos en una econom¨ªa globalizada. Con motivo del reciente asesinato, el alcalde del municipio en que se produjo reconoci¨® estar "preocupado" (?) pero, al d¨ªa siguiente, ya vino a decir que no hay por qu¨¦ exagerar ni generalizar. O sea, m¨¢s de lo mismo: la mafia rusa no existe. Y as¨ª ser¨¢ si as¨ª os place. ?Hablar por hablar? No. Cedo la palabra al se?or Hern¨¢ndez Mateo, alcalde de Torrevieja y diputado auton¨®mico del PP, que en la sesi¨®n del consejo rector del Patronato de Turismo de la Diputaci¨®n de Alicante del 19 de junio de 1996 afirm¨®: "...en cualquier caso, el turismo ruso es m¨¢s f¨¢cilmente detectable (...) y representa un porcentaje evaluable en cuanto a gasto se refiere, por ello se ha de tener cuidado en la difusi¨®n de algunas informaciones que vinculan dicho turismo a determinadas bandas (...) ya que si esto es as¨ª, se tratar¨ªa de casos puntuales, y es a las autoridades y en su caso a la justicia a quien compete su investigaci¨®n. El turismo ruso viene a la Costa Blanca a invertir y en principio no debe preocupar la procedencia de ese dinero". En la misma sesi¨®n el se?or Montes Tall¨®n, dirigente de la patronal alicantina y de la Comunidad Valenciana afirm¨® coincidir con la anterior opini¨®n "y sugiere la posibilidad de convocar a la prensa si fuera necesario, con el fin de evitar esas noticias alarmistas. Igualmente entiende que desde su punto de vista como empresario, no es de su competencia averiguar la procedencia del dinero. El se?or P¨¦rez Such, diputado de Turismo (PP) remat¨® la faena: "Se trata s¨®lo de afirmaciones de car¨¢cter general, pero no se ha producido ning¨²n hecho en concreto de tipo delictivo". Por otra parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana negaba p¨²blicamente que la "mafia rusa se haya asentado en la Comunidad" (Levante, 15-09-96) y algo despu¨¦s otro diario (La Verdad, 7-10-96) pod¨ªa titular: La Polic¨ªa descarta la implantaci¨®n de una mafia rusa o de pa¨ªses del Este en Alicante, seg¨²n el comisario jefe provincial. Podr¨ªa poner m¨¢s ejemplos, pero estos sirven para entender c¨®mo se establece una doctrina y se difunde para consumo tranquilizador de conciencias. Es una mezcla de buena voluntad -no alarmar- y de defensa de intereses. Tambi¨¦n podr¨ªamos contar lo que algunos manifiestan en privado o dicen off the record a periodistas sobre la utilidad del ruso con dinero antes que la del negro o del moro violador... pero siendo repugnante mejor lo dejaremos. En mi actividad como parlamentario he trabajado esta materia porque la encuentro muy grave en s¨ª y por lo que supone de generalizaci¨®n de una ideolog¨ªa impregnada en inmoralidad e idiotez: todo sirve si hay dinero por medio. Fruto de esa actividad han sido varias iniciativas parlamentarias con el objetivo de: saber para poder entender y proponer. No fatigar¨¦ al lector con un examen de esas iniciativas, pero algunas s¨ª merecen ser tra¨ªdas a colaci¨®n. La posici¨®n oficial del Gobierno, al inicio de la legislatura, fue insistir en la negaci¨®n de la existencia de la mafia rusa, pero esa actitud ha sufrido cambios porque no pod¨ªa seguir ocultando hechos muy graves. Una respuesta gubernamental (6 de mayo de 1996) -cuya difusi¨®n dio lugar al debate en el Patronato de Turismo- todav¨ªa dec¨ªa que "de momento es precipitado hablar de instauraci¨®n de grupos organizados rusos dedicados al blanqueo de dinero a trav¨¦s del sector tur¨ªstico e inmobiliario". Pero el punto de inflexi¨®n se produce ante una pregunta oral que formul¨¦ al ministro del Interior en el Pleno del Congreso (11 de diciembre de 1996). El se?or Mayor contest¨®: "He de decir que coincido en la preocupaci¨®n por un tema de riesgo creciente para Espa?a, como es el de las mafias rusas". As¨ª pues, el responsable de la seguridad del Estado reconoc¨ªa por vez primera el hecho. Tras la respuesta le indiqu¨¦, que "le rogar¨ªa que les transmitiera ese esp¨ªritu y preocupaci¨®n a alcaldes de su propio partido en la zona de Alicante" porque eran muy vagos en sus cr¨ªticas. El ministro, en su turno de r¨¦plica, concluy¨® diciendo: "Le aseguro que el Gobierno, todo el partido y todos los cargos electos se alejan de la vaguedad y ofrecen resultados reales". Es una l¨¢stima que el PP de la Comunidad Valenciana sea poco propicio a leer, ni siquiera las intervenciones de sus ministros ante el Congreso. As¨ª pues para el Gobierno s¨ª existen las mafias rusas. Conseguido este principio de clarificaci¨®n entiendo que ahora se trata de insistir en la adopci¨®n de medidas para combatir el fen¨®meno. Ser¨ªa prolijo exponer todos los matices, pero se puede afirmar que la impresi¨®n general es la de la insuficiencia de medios, la descoordinaci¨®n y la falta de cooperaci¨®n internacional. Se han creado unidades policiales especiales para combatir el crimen organizado, pero a¨²n son insuficientes, mientras que en los ¨²ltimos a?os las detenciones de ciudadanos del Este no han cesado de multiplicarse; as¨ª, mientras que en 1992 se produjeron 187 detenciones por la Guardia Civil y 1.541 por la polic¨ªa, en 1996 ya eran 624 los detenidos por la Guardia Civil y 3.454 por la polic¨ªa. Hay que advertir que en muchos casos las detenciones no reflejan el problema real pues abundan mucho m¨¢s las de peque?os delincuentes o, incluso, de personas que sufren los efectos de las redes mafiosas, como las mujeres enga?adas y obligadas a prostituirse. El problema preocupa a la UE pero a¨²n no se aprecia una coordinaci¨®n adecuada entre los incipientes mecanismos policiales de la Uni¨®n o el Espacio Schengen -eficaz para impermeabilizar las fronteras por el sur, no parece ser tan ¨²til por el este-; por ello el Parlamento Europeo est¨¢ estudiando el Informe Falcone contra las mafias. El problema de fondo es que la introducci¨®n de capitales extranjeros no es delito salvo que pueda conectarse con una actividad delictiva relacionada con el blanqueo de dinero, lo que, seg¨²n reconoc¨ªa el Gobierno (18 de marzo de 1997) es complicado, pese a las unidades policiales m¨¢s centradas en el blanqueo interno o en el ¨¢mbito de la UE en cumplimiento de la Directiva 91/308/CEE. Para que todo sea m¨¢s complicado, poco cabe esperar de la colaboraci¨®n de las autoridades rusas infiltradas por las mafias. Se ha informado de la presencia de un polic¨ªa espa?ol en Mosc¨² para servir de enlace, pero todo parece indicar que poco podr¨¢ hacer. Otra vertiente que hay que recordar es la firma de tratados internacionales de cooperaci¨®n judicial y policial. Sobre esta cuesti¨®n formul¨¦ una pregunta al ministro de Asuntos Exteriores en la comisi¨®n correspondiente del Congreso y m¨¢s all¨¢ de buenas intenciones poco pudo precisar. En una respuesta posterior (1 de junio de 1998) se reconoce que no existen acuerdos de este tipo con ninguno de los pa¨ªses m¨¢s implicados, si bien anuncia negociaciones con Rusia, y otros, aunque "es dif¨ªcil avanzar una fecha concreta para la firma". La sensaci¨®n es que el Gobierno no est¨¢ siendo suficientemente diligente en este campo. As¨ª est¨¢n las cosas. ?Sigue teniendo sentido la pregunta sobre la existencia de la mafia rusa? Seguramente no existe una estructura ¨²nica piramidal regida por capos -o como se diga en ruso- reunidos en tenebrosos restaurantes. Pero detenerse en esa visi¨®n es una solemne tonter¨ªa. El hecho es que se intensifica la actividad delictiva, que est¨¢ mutando y persigue mayores negocios ligados a redes preexistentes en Rusia, que ampl¨ªa su campo de acci¨®n, que da saltos cualitativos en el uso de la violencia y que penetra en sectores de la econom¨ªa -por ejemplo en el inmobiliario- con consecuencias grav¨ªsimas a medio plazo. A cada cual su responsabilidad. Ni xenofobia ante el ruso ni alarmismos -el miedo es el mejor caldo de cultivo para la mafia-. Pero s¨ª atenci¨®n. Que la polic¨ªa tenga m¨¢s efectivos, y ponga los delincuentes a disposici¨®n judicial. Que se hagan nuevas leyes si son precisas y que se incremente la cooperaci¨®n internacional. A los pol¨ªticos, l¨ªderes sociales y, muy especialmente, empresariales del Pa¨ªs Valenciano no les corresponde investigar ni perseguir al delincuente. Pero s¨ª tenemos la responsabilidad moral y democr¨¢tica de estar vigilantes, de hacer propuestas y, sobre todo, de informar a los ciudadanos de lo que sucede y desde luego, nunca, nunca, de dar ninguna opini¨®n que pueda ser interpretada como un signo de debilidad, de hipocres¨ªa, de connivencia.
Manuel Alcaraz Ramos es diputado de Nova Esquerra en las Cortes Generales.
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