Opacidad nuclear
EN UN asunto como la energ¨ªa nuclear, que suscita tanta inquietud cuando no controversia, resulta esencial la transparencia por parte de las administraciones p¨²blicas. M¨¢s all¨¢ del rechazo frontal que provoca en algunos sectores, los peores enemigos de su uso civil son el secreto y la opacidad informativa. De ah¨ª que resulte ins¨®lito e inadmisible que Industria y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) hayan ocultado la permanencia en nuestro pa¨ªs de un elemento de uranio enriquecido que seg¨²n los repetidos informes remitidos al Parlamento desde 1992 hab¨ªa sido enviado a Estados Unidos.Ahora, una vez m¨¢s bajo presi¨®n y porque la organizaci¨®n Greenpeace se ha hecho con un informe del Departamento de Energ¨ªa de EE UU que mencionaba este env¨ªo pendiente, Industria ha tenido que rectificar para reconocer que quedaba por realizar un ¨²ltimo env¨ªo, el 41?. No es la primera vez que de un asunto que afecta a Espa?a y a Estados Unidos nos enteremos gracias a informes emanados del otro lado del Atl¨¢ntico. Que los portavoces de Industria apelen a un "error redaccional" para explicar seis a?os de ocultaci¨®n parece una broma que el Parlamento no puede admitir. El Congreso puede rescatar de sus archivos varios informes, de esta legislatura y de la pasada, en los que se asegura que todos los elementos de uranio enriquecido producidos en los tres reactores experimentales hab¨ªan sido trasportados a Estados Unidos.
Es un buen test para que el titular de Industria y flamante portavoz del Gobierno haga un ejercicio de transparencia informativa en el Parlamento. El caso merece una explicaci¨®n contundente de por qu¨¦ se ha ocultado, o ignorado, la existencia de este ¨²ltimo elemento -si de verdad es el ¨²ltimo se trata-, d¨®nde y c¨®mo ha sido almacenado, si se ha hecho alg¨²n uso de ¨¦l y cu¨¢ndo se va a enviar a EE UU para ser reprocesado. De otra forma, el CSN e Industria perder¨¢n credibilidad, tras haber enga?ado, bajo Gobiernos diferentes, al Parlamento. Ocultar informaci¨®n en materia nuclear es alimentar la desconfianza y el miedo.
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