La importancia del salario
CL?NICOS. Gil y Gil defiende el lunes en este peri¨®dico su negocio de alcalde inmobiliario lanzando improperios contra unos periodistas que no han hecho otra cosa que retratarlo por generosa aproximaci¨®n, y Clemente, que hab¨ªa prometido buenos modales, nos desaf¨ªa con ganarnos a todos el partido de seguir cobrando de los Presupuestos, a pesar de su incompetencia. Mucho en com¨²n tienen estos dos personajes y el f¨²tbol es lo de menos. Pero te bast¨® rastrear el dial de las emisoras de radio para comprobar que no est¨¢n solos: sus cl¨®nicos compet¨ªan en una especie de apoteosis de la zafiedad a la que no acabas de acostumbrarte. Conf¨ªa en tu psiquiatra: conseguir¨¢ que sobrevivas.COSTOSOS. No sabes si a los ingleses les pasa otro tanto, pero al ver que s¨®lo la reina Isabel, su marido y su vetusta madre les cuesta 1.985 millones de pesetas, entiendes que la soberana se sienta obligada a renovarse (si es que la tradici¨®n misma mal vestida resiste un cambio) para acomodarse as¨ª a las exigencias de sus s¨²bditos y mantener el negocio. Resulta incre¨ªble que con esa cuenta de resultados la rentabil¨ªsima Corona brit¨¢nica haya sido tan incapaz de tratar de contentar a su clientela. O qui¨¦n sabe si lo que la clientela le pide es un poquito de sarao regio para justificar de alg¨²n modo el despilfarro con un poquito de turismo. Sin embargo, aqu¨ª debatimos sobre si don Juan Carlos, que cobra un sueldecito en comparaci¨®n con el de su brit¨¢nica colega, debe aceptar que los ricos de Mallorca le paguen el yate, se lo debe comprar ¨¦l a plazos o lo debe adquirir Aznar para trasladarse a Oropesa y prest¨¢rselo a ratitos al Monarca. La augusta Isabel II, con ese sueldazo, podr¨ªa dejarse caer y hacerle el regalito n¨¢utico a su real pariente.
DESEOSOS. Hassan II es el que no debe temer que su ministro de las cuentas le amenace con reducirle los incentivos. Su gran preocupaci¨®n debe de estar ahora en la arribada a Melilla del conquistador espa?ol, Jes¨²s Gil y Gil, como l¨ªder del partido que lleva su nombre. El ide¨®logo de los tres pilares -limpieza, seguridad e infraestructuras- podr¨ªa avanzar hasta el Rif con esos contenidos de desbordado inter¨¦s social, dado el limitado suelo de Melilla para cumplir un ambicioso programa electoral en el que no piensa colaborar con maricones, si se tiene en cuenta que, habiendo atribuido esa condici¨®n al alcalde de Benalm¨¢dena, Enrique Bol¨ªn, despu¨¦s de colaborar tan a gusto con ¨¦l, lo desprecia ahora por su inclinaci¨®n sexual. Las prostitutas y los gay de Melilla har¨ªan bien en ponerse a salvo, porque, al menos que se rediman por la inversi¨®n en negocios inmobiliarios, seguro que van a entrar en los singulares programas de limpieza moral de este Hitler del sur.
PATRI?TICOS. La polic¨ªa de Valencia tiene otros modos: captura a un joven de Paterna que se ha hecho una fortunita de 20 millones de pesetas asaltando sucursales bancarias en los d¨ªas de descanso de su servicio militar. De modo que es compatible servir a la patria, como la reina de Inglaterra, como Jes¨²s Gil, y hacerse con unos ahorritos. Lo bueno de este chaval -J.G.R., de 20 a?os- es que no es un desordenado, ni un botarate. Podr¨ªa haber sido un insumiso, pero no. La patria es la patria, con su peque?ita n¨®mina. Su hobby, los bancos a los que atracaba. Un argumento m¨¢s para que Eduardo Serra se interese por mantener la honra del Ej¨¦rcito: un militar bien pagado no necesitar¨¢ alterar el sue?o de los banqueros. RECLUSOS. M¨¢s duro es ganarse el sueldo de ministro del Interior o de viceministro. Lo piensas mientras entran en prisi¨®n Barrionuevo y Vera con escaso equipaje. En la maleta de Vera ir¨¢n los libros que su hijo fue a comprarle, seg¨²n le cont¨® el mi¨¦rcoles en la SER a Gabilondo. Es natural que el viceministro no tuviera la mejor disposici¨®n para ir de librer¨ªas, pero seguro que muchos se preguntar¨¢n en qu¨¦ clase de ficciones tratar¨¢ de alejarse de una realidad que debe de parecerle pura ficci¨®n. Cuenta que siempre ha dormido poco, pero bien. Ahora tendr¨¢ ocasi¨®n para la pesadilla: recordar¨¢ a Damborenea -qu¨¦ p¨¦rdida para un cartel electoral del PP- todav¨ªa jact¨¢ndose, como lo hizo en el juicio, de haber sido partidario de mantener secuestrado a Marey, aun sabiendo ya que se trataba de un inocente. Casi a la misma hora, Clemente tira la toalla y le dan por ella 175 millones de nuestros impuestos. Sustanciosa manera de pagar un servicio a la patria por el que ha sufrido una injusta persecuci¨®n.
POSDATA. Es innegable que Arzalluz y Clemente tienen cierto parecido de car¨¢cter, tan racialmente hispano. ?Es ¨¦sa la raz¨®n pol¨ªtica que el inefable Anasagasti arguye para acusar a la ministra Aguirre de una persecuci¨®n extradeportiva? La monacal gravedad del PNV necesita de un c¨®mico y tambi¨¦n ¨¦ste cobra su sueldo en el Congreso espa?ol de los Diputados.
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