Dignidad de la funci¨®n docente

A las puertas del comienzo de un nuevo curso escolar convendr¨ªa reflexionar sobre una serie de aspectos que resultan esenciales para un ¨®ptimo funcionamiento del sistema educativo andaluz. El escenario resulta bien f¨¢cil de describir: la Logse en Andaluc¨ªa se encuentra en su recta final de implantaci¨®n generalizada, siempre atendiendo a las especificidades propias que se derivan de las competencias plenas que, en materia educativa, posee desde hace a?os la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y Ciencia. Problemas pol¨ªticos y de ¨ªndole econ¨®mica han mermado ostensiblemente el esp¨ªritu general de la Ley Org¨¢nica: pol¨ªticos, en tanto en cuanto se produjo durante el ¨²ltimo bienio de la anterior legislatura auton¨®mica un bloqueo institucional entre fuerzas de la izquierda y la derecha respectivamente, asfixiando todo tipo de iniciativas legislativas; econ¨®micos, debido a los err¨®neos c¨¢lculos efectuados por los responsables administrativos de turno que, inmersos en la vor¨¢gine de ofrecer m¨¢s servicios educativos que sus hom¨®nimos de otras comunidades aut¨®nomas, dispararon el gasto p¨²blico, no previendo que la Logse es una ley cara, y que la infraestructura educativa de Andaluc¨ªa estaba a¨²n por consolidar. El Acuerdo de Bases para un Pacto por la Educaci¨®n en Andaluc¨ªa ha posibilitado, tan s¨®lo en el ¨²ltimo curso escolar, trazar las l¨ªneas prioritarias b¨¢sicas a seguir en el desarrollo progresivo de la Logse en Andaluc¨ªa, dotando las pol¨ªticas educativas de una financiaci¨®n consolidada. Las sustituciones normalizadas en los centros educativos, la organizaci¨®n de la ense?anza de personas adultas, la construcci¨®n de nuevos centros escolares, la conexi¨®n de las universidades con el sistema educativo y su adecuada financiaci¨®n, han sido, entre otros, aspectos relevantes de los acuerdos alcanzados. Pero en el plano puramente t¨¦cnico, esto es, de gesti¨®n directa del servicio educativo, hemos sufrido en los ¨²ltimos a?os una carencia desafortunada: la atenci¨®n prioritaria necesaria para todos cuantos deben desarrollar las actuaciones educativas en los centros. Con la Logse, la filosof¨ªa educativa var¨ªa ostensiblemente, en especial en los nuevos Institutos de Ense?anza Secundaria. As¨ª, m¨¢s de 40.000 profesionales han debido adaptarse por cuenta propia a un modelo educativo que pasa de ser selectivo a obligatorio, esto es, de obligada permanencia en el centro para un segmento importante del alumnado. Los problemas derivados de una nueva manera de entender la creaci¨®n de grupos flexibles para la recuperaci¨®n de alumnos y alumnas con carencias educativas, afectivas o socioculturales, de la reconversi¨®n de espacios f¨ªsicos en los centros, han sido afrontados por los equipos directivos de los centros sin un reconocimiento expreso por parte de los poderes p¨²blicos y, lo que resulta a¨²n m¨¢s preocupante, de la sociedad andaluza en general. El malestar creado por esta nueva situaci¨®n puede dar al traste con la reforma educativa en Andaluc¨ªa. Si los profesionales del servicio educativo soportan sobre sus hombros el desprestigio de su labor diaria, mal pueden motivarse para abordar a pleno rendimiento todas las reformas internas y externas derivadas de la implantaci¨®n de la Logse. Unos profesionales que accedieron al sistema para desempe?ar exclusivamente la funci¨®n docente y que, a fuerza de voluntad y de coraje, se han reconvertido en psic¨®logos ocasionales, pedagogos, enfermeros puntuales, abogados de lo imposible, gestores econ¨®micos, agentes activos en relaciones p¨²blicas, ense?antes, consejeros, vigilantes y un sinf¨ªn de tareas adicionales que impiden, en la pr¨¢ctica docente diaria, pararse a reflexionar sobre la resoluci¨®n de los m¨²ltiples problemas que un centro educativo conlleva. Desde la Federaci¨®n de Trabajadores de la Ense?anza de la UGT en M¨¢laga creemos que todo lo que hemos relatado no supone un incremento econ¨®mico del gasto educativo: simplemente, requiere del tratamiento pol¨ªtico, social y administrativo adecuado. No puede caber la menor duda sobre la profesionalidad de la funci¨®n docente en Andaluc¨ªa, porque adem¨¢s de constituir un juicio de valor absolutamente falso, se da?a irreparablemente un entramado de t¨¦cnicos especializados que consiguen d¨ªa a d¨ªa el milagro de preparar adecuadamente a los profesionales del futuro que Andaluc¨ªa requiere. Todos necesitamos hacer un alto en el camino para poner los medios que corrijan esta injusta situaci¨®n. Sin complejos de ning¨²n tipo. Nuestros oficios, nuestras profesiones y nuestra cultura dependen, no nos quepa duda, de un profundo reconocimiento p¨²blico hacia las personas que desarrollan a diario, an¨®nimamente, su funci¨®n docente en Andaluc¨ªa.- . Secretario general de FETE-UGT. .