Dos psic¨®logos tratan en ?lava a personas sanas obsesionadas con contraer el sida
No son familiares de enfermos, ni toxic¨®manos, ni en su vida cotidiana hay factor alguno de riesgo; sin embargo viven obsesionados con la posibilidad de contraer el sida. Desde hace unos meses, un grupo de seis vitorianos intenta liberarse de esta nueva fobia siguiendo el consejo de los psic¨®logos que la Comisi¨®n Antisida de ?lava ha puesto a su disposici¨®n. "No tienen absolutamente nada que ver con el tema, pero su obsesi¨®n llega a tal extremo que les impide hacer vida normal", explica el presidente del colectivo de apoyo, Peio L¨®pez de Munain. Estos "hipocondr¨ªacos" selectivos evitan hacer consumiciones en los bares porque no se f¨ªan de la limpieza de los vasos o rehusan dar la mano a seropositivos por temor al contagio de la enfermedad y "si lo hacen, corren a sus casas a lavarse con lej¨ªa", contin¨²a L¨®pez de Munain. La obsesi¨®n por el sida no surge de la noche a la ma?ana. El mismo portavoz explica que "por lo general se trata de personas que ya de base sufren de hipocondr¨ªa y eligen este s¨ªndrome como pod¨ªan escoger otro. En otro momento de sus vidas pueden obsesionarse con el c¨¢ncer". Influencia externa La influencia exterior tiene tambi¨¦n su papel en el desarrollo y crecimiento de la fobia. El n¨²mero de afectados aumenta siempre que el sida vuelve a ser noticia, cuando alg¨²n famoso reconoce que es seropositivo o se publican estad¨ªsticas de la enfermedad. La detecci¨®n de este grupo de "casos f¨®bicos" llev¨® a la comisi¨®n alavesa a ampliar un servicio de informaci¨®n dirigido inicialmente s¨®lo a los seropositivos y sus familiares. Dos psic¨®logos, que han recibido formaci¨®n espec¨ªfica del equipo de profesionales de la c¨¢rcel de Basauri, son los encargados de desterrar el "temor irracional" que anida en las mentes de unas personas completamente sanas. No es f¨¢cil. Uno de los psic¨®logos, I?aki Barrutia, resalta que con estos enfermos no basta una "clave racional". "Puedes explicarles 40 veces cu¨¢les son las v¨ªas de contagio del sida y las pr¨¢cticas de riesgo, pero es igual. No se dar¨¢n por satisfechos y continuar¨¢n creyendo que pueden contraer la patolog¨ªa por el aire que respiran", se?ala. Estas personas sufren un miedo sobredimensionado y esto es algo dif¨ªcil de combatir. Van de un m¨¦dico a otro sin creer nunca que el diagn¨®stico sea cierto. S¨®lo cuando asumen que la ¨²nica patolog¨ªa que padecen es mental acceden a consultar con un psic¨®logo. El perfil de estos enfermos mentales no es homog¨¦neo, aunque predominan los hombres, que, en su mayor parte, acuden al servicio de la Comisi¨®n Antisida cuando sufren una "crisis" de agudizaci¨®n de sus obsesiones, "cuando se encuentran muy mal", se?ala Barrutia. Por el momento, el de Vitoria es el ¨²nico servicio de este g¨¦nero en el Pa¨ªs Vasco, ya que los grupos de apoyo de los otros territorios est¨¢n exclusivamente dirigidos a afectados por el virus.
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