Kohl "vende" la nueva Europa a los j¨®venes
Karl Lamers, portavoz de pol¨ªtica exterior de la CDU, trata de convencer a los nuevos electores de las ventajas de su proyecto europeo
"Europa es el proyecto pol¨ªtico m¨¢s moderno del planeta". Karl Lamers, el portavoz de pol¨ªtica exterior del grupo parlamentario CDU/CSU (Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata y Uni¨®n Social-Cristiana de Baviera) en el Bundestag (Parlamento alem¨¢n), resum¨ªa as¨ª su mensaje ante dos docenas de j¨®venes, miembros de las juventudes cristiano-dem¨®cratas, que se hab¨ªan reunido en un caf¨¦ de Moers. Eran las 10 de la noche del pasado martes y Lamers, de 62 a?os, no hab¨ªa concluido a¨²n su jornada en el distrito electoral en el que aspira a un mandato directo. Moers, una ciudad de 100.000 habitantes en la margen izquierda del Rhin, est¨¢ en el Estado Federado de Renania del Norte-Westfalia, la mayor concentraci¨®n urbana de Europa, y se recupera de una reconversi¨®n minera que ha eliminado miles de puestos de trabajo.Lamers, uno de los dirigentes cristiano-dem¨®crata con mayor prestigio internacional, compite por un esca?o de diputado en Moers desde 1983, pero jam¨¢s ha ganado la pugna directa con sus rivales en este territorio de tradici¨®n minera y socialdem¨®crata. Lamers, no obstante, tiene su esca?o asegurado en el Parlamento, gracias al destacado lugar que ocupa en la lista de representaci¨®n proporcional. Para el experimentado pol¨ªtico, la campa?a en el distrito es parte de una disciplina de partido y es un ejercicio de contacto con los ciudadanos de a pie. Lamers, que es miembro del "grupo de sabios" constituido por Jacques Delors, el ex presidente de la Comisi¨®n Europea, va al distrito con el proyecto europeo bajo el brazo. Europa es un punto de referencia para estos electores, situados en las cercan¨ªas de B¨¦lgica y Holanda. En el centro cultural Rehinkamp, varios centenares de estudiantes, procedentes de dos colegios de Moers, interpelan a Lamers y a otros tres candidatos al mandato directo (el socialdem¨®crata que posee el esca?o, un Verde y un liberal). Los j¨®venes, muchos de los cuales votar¨¢n por primera vez el pr¨®ximo d¨ªa 27, quieren saber cu¨¢les son sus perspectivas de encontrar trabajo. Lamers asegura que los niveles de paro en el oeste de Alemania son m¨¢s bajos que en los pa¨ªses vecinos europeos y que ¨¦stos envidian el sistema de educaci¨®n dual (formaci¨®n profesional y trabajo de aprendizaje simult¨¢neamente) de Alemania. Lukas, un joven con un pa?uelo palestino anudado al cuello, advierte que el tener un nivel menor de paro "no es motivo para no luchar contra ¨¦l aqui". Los chicos quieren saber por qu¨¦ Alemania mantiene la energ¨ªa at¨®mica y ha dejado de subvencionar la energ¨ªa solar, mientras otros pa¨ªses prescinden de la primera y apoyan la segunda. Lamers vuelve a recurrir a Europa para argumentar. Francia no va a renunciar a la energ¨ªa at¨®mica, su principal fuente de abastecimiento energ¨¦tico. Adem¨¢s, en un espacio tan reducido como Europa, ?qu¨¦ sentido tiene abolir la energ¨ªa at¨®mica en Alemania, si Francia contin¨²a emple¨¢ndola? Del p¨²blico surge una voz femenina: ?por qu¨¦ no compara con Holanda? Lamers se defiende. Francia es el pa¨ªs m¨¢s parecido a Alemania en condiciones energ¨¦ticas. Holanda, tiene energ¨ªa e¨®lica.
En el cap¨ªtulo de criminalidad juvenil, a los estudiantes les interesa la legalizaci¨®n de la droga blanda. El ejemplo de Holanda sigue en el aire, esta vez con los coffee-shops, donde se puede consumir droga blanda. Lamers es tajante: "Holanda va por delante de Alemania en algunas cosas, pero no en esto. Holanda no es un modelo". Los ¨¢nimos a favor y en contra de los coffee-shops holandeses se caldean. "?No ser¨ªa mejor dar a los j¨®venes una perspectiva en lugar de prohibir la droga?", pregunta otro, mientras el p¨²blico aplaude y se animan los rostros con imperdibles en las cejas. Los j¨®venes con los que Lamers se entrevista por la noche son m¨¢s receptivos que los estudiantes. Constituyen la cantera de la CDU en esta zona y, para ellos, Europa es parte de su realidad cotidiana y sus palabras evidencian simult¨¢neamente la necesidad y la dificultad del proyecto europeo. Annelin Gr¨¹n se queja de que el curso para el que se ha apuntado -unos estudios de Derecho Internacional en ingl¨¦s-, no es reconocido en otros pa¨ªses europeos. Francia, sin embargo, parece haber hecho ya progresos para superar su reticencia ante el modelo educativo alem¨¢n. Antes, para algunos pol¨ªticos franceses, la idea de introducir elementos de la formaci¨®n profesional alemana en Francia era poco menos que "un ataque a la civilizaci¨®n francesa", explica Lamers. Martin, estudiante de ingl¨¦s e historia, cree que hay que impulsar el estudio de idiomas en Europa y Lamers apoya esta propuesta y otras, como la redacci¨®n de un manual de historia europea. Ante las turbulencias de Rusia y de Asia, Europa debe su estabilidad al euro, afirma Lamers. "La Uni¨®n Europea es un programa de modernizaci¨®n y saneamiento para Europa". "Si queremos influir en la formulaci¨®n global de reglas de juego, s¨®lo podemos hablar como europeos".
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