Temor a la competencia de los pa¨ªses del Este

Los agricultores alemanes no ocultan la preocupaci¨®n que para ellos suscita la entrada de Polonia y los pa¨ªses de Europa del Este en la Uni¨®n Europea (UE). Los esposos Nyckeltz, due?os de una granja porcina de mil cabezas, reciben a Karl Lamers en su casa de Neukirchen-Vluyn, donde han invitado a otros agricultores para intercambiar ideas sobre la reforma agraria de la UE. Nyckeltz afirma que los efectos de la crisis financiera rusa se dejan sentir ya sobre su explotaci¨®n porcina.

Los ganaderos daneses y los holandeses, que suministraban carne de cerdo a Rusia, han lanzado sobre el mercado alem¨¢n -por debajo del precio de coste- los productos que Rusia ya no puede pagar. En tres meses, observa Nyckeltz, los precios del porcino, que a diferencia de la carne de buey no est¨¢n regulados, han disminuido en un 50%.

Polonia, concluyen, no ser¨¢ competencia inicialmente para la ganader¨ªa o la industria l¨¢ctea, porque su productividad es menor. Hungr¨ªa, se?alan, ya es otra cosa, porque la industria porcina est¨¢ m¨¢s desarrollada. Todos est¨¢n de acuerdo en que la agricultura del Este debe ser sometida a una reorganizaci¨®n y a plazos de transici¨®n, y todos est¨¢n de acuerdo en que las peque?as unidades agr¨ªcolas no pueden sobrevivir y que las condiciones son mejores en las explotaciones agr¨ªcolas del este de Alemania, donde hay grandes superficies.

Lamers est¨¢ de acuerdo: "Se necesitar¨¢ una concentraci¨®n de las explotaciones, pero no creo que por mucho que lo intentemos lleguemos a tener precios tan baratos como los norteamericanos en un futuro pr¨®ximo", dice. La agricultura, sin embargo, afirma Nyckeltz, no es ¨²nicamente dinero, sino tambi¨¦n unos valores, una cultura y una forma de ver la vida.