Los 35 a?os de Joglars
Una caricaturesca cabeza de Jordi Pujol asentada en uno de los huecos de la antigua muralla ¨¢rabe preside, al fondo de la sala de exposiciones del Col.legi Major Rector Peset, una muestra resumen de los primeros 35 a?os de actividad de la compa?¨ªa teatral Els Joglars, la m¨¢s antigua de Europa de entre las de car¨¢cter privado. La muestra, que ya ha pasado por el Romea de Barcelona y el Mar¨ªa Guerrero de Madrid, y que Gil Albors ha desestimado albergar en el Principal de Valencia, donde en octubre podr¨¢ verse el ¨²ltimo montaje de Albert Boadella, recoge una historia mural del grupo, adem¨¢s de piezas de vestuario, carteles e instalaciones videogr¨¢ficas. Antoni Tordera, vicerrector de cultura de la Universidad de Valencia, apunta que se trata mediante esta exposici¨®n de abrir la instituci¨®n a toda clase de manifestaciones sociales, mientras que Boadella se?ala la idoneidad de una sala que cuenta con los restos de una muralla donde colocar el busto de Jordi Pujol, quien habr¨¢ de sentirse a gusto porque la pared se parece a las de Montserrat. Entre las razones de la larga supervivencia de Els Joglars, se?ala Boadella que la compa?¨ªa nunca fue un grupo dado a la creaci¨®n colectiva "ni sigui¨® todas esas vainas del trabajo art¨ªstico ni otras paridas de esa clase". Muy al contrario, "a partir de cierto momento, el director de la compa?¨ªa soy yo, y soy el que decide lo que hay que hacer y c¨®mo vamos a hacerlo". Lo que afirma Boadella "sin ninguna pretensi¨®n totalitaria", sino para subrayar que asume su responsabilidad. En una especie de dec¨¢logo medio improvisado acerca de la manera de hacer teatro de Els Joglars, menciona Boadella en primer lugar el individualismo, entendido como respeto a los miembros de un grupo que convive muchas horas al d¨ªa, pero tambi¨¦n como opci¨®n personal frente a la uniformidad, a lo que se a?ade un antidogmatismo que lleva "a despreciar los manejos que se mueven en el mundo de la cultura" y a huir de la pretensi¨®n de vivir a expensas de los presupuestos del Estado: "Somos un tanto agropecuarios, en parte por elecci¨®n y en parte por el origen de muchos de nosotros, y nuestro trabajo es como el del campesino con la tierra, paciente y laborioso, aunque algo m¨¢s divertido". Tambi¨¦n define su trabajo como provocador, "porque aspiramos siempre a provocar la emoci¨®n del p¨²blico sin la que no existir¨ªa el teatro". No se deja llevar Boadella por el desapego hacia el dinero, aunque asegura que "nos interesa ganar lo suficiente para financiar el siguiente espect¨¢culo, pero por respeto hacia nosotros y hacia el p¨²blico nos negamos a convertir nuestro trabajo en un negocio", lo que casa bastante bien con su desd¨¦n hacia el teatro oficial ("entras en el Nacional de Catalu?a y te vigilan las videoc¨¢maras y el personal de seguridad, como si aquello fuese un banco que se puede robar: est¨¢ claro que no es nuestra casa") y, con buen tino, hacia la cr¨ªtica, ya que "un artista no debe tener en cuenta lo que los dem¨¢s piensen sobre lo que hace, pues de lo contrario est¨¢ perdido". ?Por qu¨¦ se encuentra tan c¨®modo en Valencia? "Quiz¨¢ porque tiene ese derroche de mal gusto que me fascina. Adem¨¢s, siempre nos han tratado muy bien. Ser¨¢ porque no ven en nosotros al tipo cl¨¢sico del catal¨¢n, tan serio, tan r¨¢cano, tan gris. Somos bastante m¨¢s impertinentes y divertidos".
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