"Deseamos que sea el comienzo de una renovada voluntad de reconciliaci¨®n"

"Los obispos de las di¨®cesis del Pa¨ªs Vasco y de Navarra hemos reflexionado en com¨²n sobre el anuncio hecho por ETA de una tregua indefinida como un nuevo dato importante en el proceso de pacificaci¨®n. Hemos tenido tambi¨¦n en cuenta las diversas reacciones que el mismo viene suscitando en la sociedad, y en particular, en los grupos pol¨ªticos y en los representantes de las instituciones p¨²blicas.Recogemos y compartimos el sentimiento de alivio generalizado que ha producido el comunicado, especialmente en cuantas personas sufren actualmente las consecuencias dolorosas del conflicto. Es nuestro sincero deseo que situaciones an¨¢logas desaparezcan definitivamente.

Son muchos los que piensan que vivimos un momento hist¨®rico de fundada esperanza, a pesar de las cautelas exigidas por razones hist¨®ricas y por la misma dificultad objetiva de alcanzar la tan necesaria paz. Hacemos nuestra esa esperanza.

Esta situaci¨®n reclama de todos los ciudadanos las actitudes y comportamientos adecuados para evitar la grave frustraci¨®n social que se seguir¨ªa del fracaso de las expectativas suscitadas. Del clima social que entre todos hemos de crear depender¨¢, en gran parte, la eficacia de los esfuerzos que los pol¨ªticos puedan hacer para lograr la meta de la pacificaci¨®n.

Animamos particularmente a los gobernantes y pol¨ªticos a que tengan la altura de miras, la flexibilidad y la fortaleza necesarias para cumplir con la especial responsabilidad que recae sobre ellos en los momentos actuales. Tengan la seguridad de que la sociedad entera sabremos reconocer con gratitud sus esfuerzos sinceros en favor de la paz.

Deseamos que sea ¨¦ste el comienzo de una renovada voluntad de reconciliaci¨®n cada vez m¨¢s plena entre nosotros, dentro del pluralismo y del respeto a las diferencias leg¨ªtimas propias de nuestra sociedad.

Invitamos a toda la comunidad cristiana a orar insistentemente junto con nosotros, para que Dios ilumine y fortalezca a quienes han de llevar a buen t¨¦rmino el proceso de la pacificaci¨®n.

Vitoria, 17 de septiembre de 1998.