La cinta muestra al presidente furioso, pero arrepentido de su devaneo
La difusi¨®n del v¨ªdeo con la declaraci¨®n de Bill Clinton ante el gran jurado tiene su lado positivo para el presidente de EEUU: buena parte de esa grabaci¨®n desmorona la imagen de Clinton descrita por el fiscal Kenneth Starr en el informe enviado al Congreso. A lo largo de las 4 horas y 12 minutos, Clinton se muestra furioso, pero arrepentido, y revela sentimientos que contradicen la descripci¨®n de "depredador sexual" que puede deducirse del informe del fiscal.
Durante su declaraci¨®n, Clinton se muestra enfadado en varias ocasiones, pero tambi¨¦n afligido, arrepentido, ruborizado y preocupado por el da?o que ha sufrido Monica Lewinsky. En las ¨²ltimas horas se han filtrado extractos del contenido del v¨ªdeo que hoy har¨¢ historia pol¨ªtica y televisiva en Estados Unidos. Quienes lo han visto saben que su difusi¨®n servir¨¢ al menos para que la opini¨®n p¨²blica pueda ver una imagen m¨¢s compleja de la personalidad del protagonista masculino del caso Lewinsky.La ira hacia el fiscal queda patente en varios pasajes ("Ha conseguido usted", dice Clinton a Kenneth Starr, "que esto se convierta en el tema m¨¢s importante de Estados Unidos"), y tambi¨¦n est¨¢ presente el rubor que le produce tener que declarar sobre esta cuesti¨®n ("Dar¨ªa cualquier cosa en el mundo por no haber tenido que admitir lo que estoy declarando hoy").
La declaraci¨®n de Clinton comienza a la una de la tarde del 17 de agosto con una pregunta formulada por uno de los miembros del equipo del fiscal Starr: "?Ha mantenido usted contactos f¨ªsicamente ¨ªntimos con Monica Lewinsky?". El presidente de Estados Unidos pide que le permitan leer una declaraci¨®n escrita en vez de responder. Esa declaraci¨®n, aut¨¦ntico punto de inflexi¨®n en la investigaci¨®n del caso, es la siguiente: "Cuando estuve solo con la se?orita Lewinsky en varias ocasiones a comienzos de 1996 y una vez a comienzos de 1997 me comport¨¦ de forma incorrecta. En aquellos encuentros no hubo relaciones sexuales; no constitu¨ªan relaciones sexuales tal y como entiendo que ese t¨¦rmino fue definido en mi declaraci¨®n del 17 de enero de 1998; pero s¨ª hab¨ªa contacto ¨ªntimo inadecuado. Estos encuentros terminaron, por mi insistencia, a comienzos de 1997. Ocasionalmente tambi¨¦n mantuve conversaciones telef¨®nicas con la se?orita Lewinsky que inclu¨ªan bromas sexuales inadecuadas".
"Lamento que lo que comenz¨® como una amistad", prosigue el presidente en su declaraci¨®n le¨ªda, "terminara incluyendo esta conducta. Asumo enteramente la responsabilidad de mis actos".
La dignidad del cargo
"Aunque ofrecer¨¦ al gran jurado toda a informaci¨®n que pueda", advert¨ªa despu¨¦s Clinton, "esto ser¨¢ todo lo que diga sobre los detalles de los encuentros, para proteger la privacidad de mi familia, la m¨ªa y la de otros, y en un esfuerzo por preservar la dignidad del cargo que ocupo. Tratar¨¦ de responder a otras preguntas lo mejor que pueda, incluidas las preguntas sobre mi relaci¨®n con Lewinsky, preguntas sobre la forma en la que entiendo el t¨¦rmino relaciones sexuales y c¨®mo entend¨ª que fue definido en mi declaraci¨®n del 17 de enero de 1998, y preguntas sobre el supuesto perjurio, obstrucci¨®n a la justicia e intimidaci¨®n a testigos".El presidente estadounidense recurri¨® a esta declaraci¨®n le¨ªda en numerosas ocasiones para negarse a entrar en detalles sobre la naturaleza de sus encuentros con la entonces becaria Monica Lewinsky. En varios pasajes, Clinton niega haber presionado a su secretaria personal, Betty Currie, para que "ocultara" su relaci¨®n con Lewinsky e insiste varias veces en que sus esfuerzos por encontrar un trabajo a la joven estaban motivados s¨®lo por la amistad que los un¨ªa.
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