La verdad tapada
Una vez m¨¢s, las mujeres del territorio espa?ol nos enfrentamos con una verdad tapada: el aborto. Las mujeres de este pa¨ªs, feministas, progresistas o, simplemente, con algo de luz en la mente, hemos trabajado para que los derechos de ciudadan¨ªa de nuestro g¨¦nero sea una realidad y no un mero discurso bonito para quedar pol¨ªticamente correcto, como pretenden algunos profesionales de la pol¨ªtica. Aunque durante 13 a?os hemos tenido un Gobierno "progresista", ello no nos ha servido mucho a las mujeres para solucionar nuestros problemas, sobre todo el que hoy nos ocupa: el aborto. Aunque se atrevieron a regularlo de forma t¨ªmida en 1985, con su timidez no contentaron a nadie. A¨²n no nos explicamos las mujeres de este pa¨ªs la no soluci¨®n de este tema con los gobernantes socialistas en su apogeo de mayor¨ªa absoluta. Lo cierto es que est¨¢ hoy en la calle de nuevo: el derecho a que la mujer opte con todas las de la ley a decidir sobre su propio futuro. Una realidad que pertenece a la vida ¨ªntima de la mujer y que afecta a la salud p¨²blica de un pa¨ªs. En estos d¨ªas, las mujeres nos preguntamos para qu¨¦ nos sirve el Estado a las mujeres cuando una y otra vez nos vemos indefensas ante la realidad que vivimos y la normativa legal que no nos ampara. Las feministas no estamos en silencio ante los temas que nos afectan a todos, especialmente a nosotras. Las mujeres de este final de siglo estamos cansadas y hartas de ver la incoherencia e ineficacia de los poderes f¨¢cticos. La iglesia cat¨®lica habla de "licencia para matar" y los pol¨ªticos representantes act¨²an sin una m¨ªnima responsabilidad hacia la realidad social, dando la espalda a lo que la vida impone d¨ªa a d¨ªa. De nuevo tenemos que repetir que a las mujeres no nos gusta abortar, pero a veces la realidad nos impone esa verdad, ello lo avalan las cifras que a?o tras a?o se dan sobre el ¨ªndice de abortos realizados en nuestro pa¨ªs. Nos parece ultrajante que la iglesia cat¨®lica tenga una lengua tan afilada cuando se trata de temas tan ¨ªntimamente ligados a nosotras, las mujeres. No s¨®lo es una falta de respeto hacia nosotras, sino una visi¨®n muy pobre de su implicaci¨®n e incidencia en la poblaci¨®n en general y, en particular, hacia las mujeres, ya que a muchas nos aleja de su doctrina y acerca con temor a otras.- (procesada Caso Naranjos) y Loren Cabral (Responsable secretar¨ªa de la Mujer de CCOO-Andaluc¨ªa). .
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