La Uni¨®n Europea presiona a Sud¨¢n para alcanzar un alto el fuego definitivo
ENVIADO ESPECIALLa Uni¨®n Europea (UE) ha realizado una fuerte presi¨®n diplom¨¢tica sobre los principales protagonistas de la guerra civil en Sud¨¢n, que dura ya 15 a?os. El objetivo es prolongar el alto el fuego de tres meses que dura hasta el 15 de octubre y extenderlo de Bahr-el-Ghazal -la ¨²nica provincia donde rige- a todo el sur de Sud¨¢n. Un fracaso de las inminentes negociaciones reavivar¨ªa la tragedia humanitaria que sacude al pa¨ªs.
"El alto el fuego debe ser prolongado en el tiempo y ampliarse geogr¨¢ficamente", han repetido a diestro y siniestro Alberto Navarro, director de Echo (la agencia de ayuda humanitaria de la Comisi¨®n Europea), y el embajador austriaco George Weiss, responsables de la troika humanitaria de la uni¨®n que acaba de concluir su visita a Sud¨¢n.
Su razonamiento ha sido el mismo ante los dos principales contendientes, el Gobierno fundamentalista isl¨¢mico de Jart¨²n y el semisecesionista y plurirreligioso Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Pueblo de Sud¨¢n (SPLA, en sus siglas inglesas): sin paz, la crisis se desbordar¨¢ y la persistente hambruna se disparar¨¢. "Un conflicto pol¨ªtico se acaba con soluciones pol¨ªticas -la paz-, pues la ayuda humanitaria es s¨®lo un instrumento transitorio para evitar muertes", insistieron Navarro y Weiss.
Y es que 2,6 millones de sudaneses, casi una d¨¦cima parte de la poblaci¨®n, come ¨²nicamente gracias a la ayuda internacional, organizada mediante una gigantesca operaci¨®n que cumple ahora 10 a?os y que ha sido reforzada ante el agravamiento de la crisis. La m¨²ltiple guerra civil, combinada con la peor sequ¨ªa de los ¨²ltimos a?os y las actuales inundaciones, ha producido una hambruna general y nuevos desplazamientos masivos de civiles, que s¨®lo en la zona sure?a de Bahr-el-Ghazal -la m¨¢s da?ada- afecta a 100.000 personas.
Sin atacar la principal causa del problema -la guerra, que agrava todas las dem¨¢s-, Sud¨¢n puede llegar muy pronto a un completo colapso. Por eso la misi¨®n ha apremiado a que la nueva ronda de conversaciones -la n¨²mero 13, que empieza el 5 de octubre- re¨²na en Nairobi a interlocutores de alto nivel capaces de prolongar y expandir la tregua.
Este mensaje europeo ha calado sobre todo en filas oficiales. "Desde la revoluci¨®n, ¨¦sta es la primera misi¨®n de alto nivel de la UE que llega a Jartum", celebr¨® el general Hasan Osman Dahawi, ministro de Asuntos Sociales, y asegur¨® que su Gobierno acudir¨¢ a nivel ministerial.
Y lo que es m¨¢s importante, el Gobierno se ha comprometido ante la troika a "aceptar el alto el fuego completo, como paso previo a unas conversaciones de paz", seg¨²n el ministro adjunto de Exteriores, Ali Numeiry, partidario de que la tregua dure seis meses. Jartum est¨¢ a favor porque la iniciativa est¨¢ en manos del SPLA, y consolidar la tregua le permitir¨ªa rehacerse. Los rebeldes empezaron hace 15 d¨ªas una nueva ofensiva cerca de la ciudad suroriental de Torit, una zona donde no rige la tregua. Los ¨¦xitos militares del SPLA desazonan y debilitan pol¨ªticamente al Gobierno. Y le merman "el capital victimista que ha adquirido ante su opini¨®n p¨²blica por el bombardeo estadounidense" de la f¨¢brica farmac¨¦utica Al Shifa, constata un diplom¨¢tico acreditado en Jartum.
El SPLA, en cambio, s¨®lo ha asumido parte de las exigencias europeas, la extensi¨®n temporal de la tregua en Bahr-el-Ghazal. "Nos comprometemos a ello, y por el tiempo que haga falta", asegur¨® el jefe de la rama humanitaria de los rebeldes, Kosti Manibe. ?Por qu¨¦? Porque esa provincia est¨¢ bajo su control, y nuevas hostilidades exacerbar¨ªan su desastre alimentario, s¨®lo paliado por la comunidad internacional.
En cambio, el SPLA se niega en principio a ampliar la tregua a otras zonas donde combate con ¨¦xito. "No queremos extender el alto el fuego humanitario, sino directamente una negociaci¨®n que acabe con la guerra", sorte¨® Manibe. O sea, las conversaciones de paz se realizar¨ªan en una situaci¨®n de enfrentamiento armado, lo que equivale a negar un completo armisticio desde el que discutir el futuro del sur de Sud¨¢n.
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