Comprar en bolsa un 5% de una TV privada necesitar¨¢ permiso pol¨ªtico

El Gobierno se reserva el poder de intervenir en la propiedad de las televisiones incluso cuando ¨¦stas decidan cotizar en bolsa, seg¨²n el proyecto preparado al efecto por el Ministerio de Fomento, que dirige Rafael Arias-Salgado. Habr¨¢n de confesarse con dicho departamento los accionistas de un canal que quieran incrementar su control, y tambi¨¦n los inversores que aspiren al menos a un 5% del mismo; y Fomento tendr¨¢ facultades para denegarlo, aunque la operaci¨®n se haga en bolsa.

De acuerdo con el proyecto enviado por Fomento para su inclusi¨®n en la ley de acompa?amiento de los Presupuestos, tanto las personas f¨ªsicas como las jur¨ªdicas estar¨¢n obligadas a informar previamente a la Administraci¨®n de su deseo de comprar participaciones en una compa?¨ªa privada de televisi¨®n, cuando el paquete a adquirir supere el 5% del capital social de la misma. A partir de la comunicaci¨®n, el departamento que dirige Rafael Arias-Salgado dispondr¨¢ de tres meses de plazo "para, en su caso, denegar la adquisici¨®n pretendida".La negativa al permiso para comprar podr¨¢ fundarse "en la falta de transparencia de la estructura del grupo" al que pueda pertenecer el presunto comprador, o "en la existencia de vinculaciones" entre el aspirante a comprar y otra empresa privada de televisi¨®n. El texto del proyecto no precisa qu¨¦ se entiende por vinculaciones, lo cual da amplio margen a la interpretaci¨®n.

Tambi¨¦n habr¨¢ de confesarse con Fomento todo aspirante a incrementar la participaci¨®n que ya tiene en una televisi¨®n privada, si ese aumento implica que su porcentaje de capital o derechos de voto alcance alguno de los siguientes porcentajes: 5%, 10%, 15% o 20%.

Se mantiene el tope del 25% como participaci¨®n m¨¢xima que un s¨®lo accionista puede poseer en una empresa televisiva. Este l¨ªmite persiste desde hace diez a?os, cuando se produjo la entrada en vigor de la Ley de la Televisi¨®n Privada. Y adem¨¢s se conserva la obligatoriedad de que las acciones de las televisiones privadas sean nominativas, pese a autorizarse su tr¨¢fico a trav¨¦s del mercado secundario de la bolsa.

Si este proyecto de norma se convierte en ley, ninguno de los accionistas de referencia de las actuales televisiones privadas estar¨ªa en condiciones de hacerse m¨¢s fuerte en las empresas en que est¨¢ presente, ni de participar en otra. Estas reglas de juego, establecidas en el anteproyecto de ley de acompa?amiento de los Presupuestos del Estado para 1999, se acompa?an de una memoria en que se justifican tales medidas con el doble argumento de "facilitar" la venta de acciones de las televisiones en bolsa, pero tambi¨¦n de garantizar "el respeto al principio de no concentraci¨®n de medios que inspir¨®, en su d¨ªa, el contenido de la Ley 10/1988", que es la reguladora de las concesiones de televisi¨®n.

La reforma de esta norma en tr¨¢mite se limita a liberalizar los tr¨¢mites para las compraventas de paquetes accionariales que no alcancen el 5% de cada cadena. Esto simplificar¨¢ los engorrosos pasos que alguna empresa de televisi¨®n ha sufrido para que el Ministerio de Fomento le autorice -es un caso reciente- el cambio de manos del 0,1% de su capital, proceso que ha durado varios meses.

Control y transparencia

Sin embargo, el esp¨ªritu de la ley de televisi¨®n privada de 1988 se mantiene ¨ªntegro en la reforma en ciernes, en lo que se refiere a personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas que sean algo m¨¢s que muy peque?os accionistas. En realidad, la norma preparada por Fomento -y a la que falta el tr¨¢mite de pasar por las Cortes- mantiene el margen de intervenci¨®n al Ejecutivo para controlar toda operaci¨®n de cierta significaci¨®n que se produzca en la propiedad de las televisiones privadas.Rafael Arias-Salgado vaticin¨® recientemente, en declaraciones a Gaceta de los Negocios, que "en t¨¦rminos reales, ninguna empresa estar¨¢ en condiciones de salir a bolsa antes del 2000, a?o en que habr¨¢ que renovar las actuales licencias de las televisiones privadas".