Schr?der quiere mantener sus ideas de pol¨ªtica exterior y econom¨ªa en la coalici¨®n 'rojiverde'
, ENVIADO ESPECIAL Las negociaciones para formar una coalici¨®n rojiverde en Alemania, entre el Partido Socialdem¨®crata (SPD) y Los Verdes, que empiezan este viernes en Bonn, se presentan como un aut¨¦ntico campo minado. Los asuntos a debate pueden provocar una ruptura de las conversaciones: reforma fiscal ecol¨®gica, abandono de la energ¨ªa nuclear, la construcci¨®n de una l¨ªnea de tren magn¨¦tico de alta velocidad entre Hamburgo y Berl¨ªn o la pol¨ªtica exterior y militar. En principio, no se hablar¨¢ de cargos, s¨®lo de programa de gobierno, pero Los Verdes no ocultan su ambici¨®n: obtener la cartera de Exteriores.
El presidente del SPD, el jefe de Gobierno del Sarre, Oskar Lafontaine, aprovech¨® la reuni¨®n del grupo parlamentario entrante y saliente en Bonn para lanzar una advertencia a Los Verdes. Dijo Lafontaine que Los Verdes no deben poner en peligro, con falta de disciplina, la futura coalici¨®n, y advirti¨® contra quien intente colocar "cargas innecesarias" en el camino de la formaci¨®n de un nuevo Gobierno.El flamante vencedor de las elecciones, Gerhard Schr?der, que lleg¨® tarde a la reuni¨®n con los nuevos y viejos diputados en Bonn porque su avi¨®n no pudo despegar a tiempo, repite, como un disco rayado, los tres puntos que considera esenciales y en los que el SPD centrar¨¢ su atenci¨®n en las negociaciones: estabilidad econ¨®mica, nada de experimentos en el orden p¨²blico y continuidad en la pol¨ªtica exterior.
Por su parte, la presidencia de Los Verdes fij¨® los puntos que considera esenciales en la negociaci¨®n sobre la futura coalici¨®n: lucha contra el paro por medio de un pacto por el empleo, introducci¨®n de un impuesto ecol¨®gico, abandono de la energ¨ªa at¨®mica y reforma de la legislaci¨®n sobre la nacionalidad. Adem¨¢s, Los Verdes discuten si se deben llevar a las negociaciones o no los puntos m¨¢s problem¨¢ticos de su programa, tales como la supresi¨®n del servicio militar.
Rapapolvo de las bases
Los Verdes convocar¨¢n un congreso del partido, que ellos llaman asamblea, para aprobar los acuerdos de coalici¨®n. En esta confrontaci¨®n con las propias bases, la direcci¨®n de Los Verdes se llev¨® m¨¢s de un rapapolvo en el pasado. Las bases de Los Verdes se sienten muy concienciadas y obligadas a controlar la gesti¨®n de sus dirigentes.En v¨ªsperas de comenzar las negociaciones, dirigentes socialdem¨®cratas y verdes tratan de evitar roces y de fijar posiciones maximalistas, a base de condiciones previas o exigencias de puestos en el futuro Gabinete. No obstante, en declaraciones a los medios de comunicaci¨®n, socialdem¨®cratas y verdes acent¨²an sus respectivas posiciones, en las que se palpa abundante material para fuertes controversias, que podr¨ªan convertir en maratoniana una negociaci¨®n que todos desean que sea r¨¢pida.
Las diferencias ideol¨®gicas entre un partido como el SPD, tradicional defensor del crecimiento econ¨®mico y la prioridad absoluta de los puestos de trabajo, y Los Verdes, que colocan la ecolog¨ªa en el primer puesto de su escala de valores, son importantes a la hora de planificar un Gobierno en com¨²n. A esto se a?aden los problemas de las diferentes estructuras de las partes que negocian. El SPD es un partido centenario y disciplinado, en el que, como comentaba estos d¨ªas un seguidor en Bonn, impera "el estalinismo con rostro humano". Los Verdes, a pesar de haber superado varias enfermedades infantiles y haber cumplido ya los 18 a?os de mayor¨ªa de edad, conservan todav¨ªa estructuras asamblearias que tienen que aprobar los acuerdos.
Por este motivo, SPD y verdes insisten mucho en las ¨²ltimas horas en la necesidad de fijar de forma casi contractual, en las negociaciones que empiezan el viernes, el programa de gobierno de la coalici¨®n rojiverde. El futuro canciller Gerhard Schr?der asegura tajante: "Est¨¢ claro que el programa de la coalici¨®n tiene que tener car¨¢cter vinculante para los cuatro a?os".
El secretario general del SPD, Franz M¨¹ntefering, art¨ªfice de la campa?a electoral y llamado a desempe?ar un papel importante en la nueva estructura de poder, advierte sobre el peso diferente de los dos socios de coalici¨®n cuando declara: "A la vista de las mayor¨ªas existentes, est¨¢ claro que los socialdem¨®cratas marcan el ritmo y la m¨²sica".
Insiste M¨¹ntefering en que los acuerdos de coalici¨®n tendr¨¢n que soportar las cargas y resistir los cuatro a?os de legislatura, y a?ade que el nuevo Gobierno "tiene que poder gobernar el pa¨ªs de forma responsable y sin depender de congresos de partidos o consejos federales".
El l¨ªder m¨¢s destacado de Los Verdes, Joschka Fischer, con quien se especula como posible ministro de Exteriores y que representa los sectores m¨¢s realistas, insiste en la necesidad de reformar las estructuras y hacerlas m¨¢s funcionales. Seg¨²n Fischer, a lo largo de la campa?a ha surgido de las mismas bases un clamor por fortalecer la direcci¨®n.
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