La Fed baja el tipo
EN POCAS ocasiones una reuni¨®n del Comit¨¦ de Mercado abierto de la Reserva Federal, el banco central de EEUU, hab¨ªa despertado tanta expectaci¨®n. La persistencia de la crisis financiera internacional y su progresivo contagio a pa¨ªses e instituciones distintas de las originarias ha terminado por pesar m¨¢s en la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s sobre los fondos federales, en un cuarto de punto (hasta el 5,25%), que los propios fundamentos de la econom¨ªa estadounidense, aunque sea razonable esperar una desaceleraci¨®n en su ritmo de crecimiento.La reducci¨®n tiene algunas contraindicaciones, como el mayor riesgo de elevaci¨®n de los precios y de realimentaci¨®n de la euforia burs¨¢til. Pero frente a ellas se ha impuesto la necesidad de prevenir los nubarrones que se ciernen sobre la econom¨ªa mundial, como consecuencia de la progresiva extensi¨®n de las dificultades financieras y el previsible impacto sobre la balanza de pagos estadounidense de la incorporaci¨®n de Am¨¦rica Latina a la lista de econom¨ªas en recesi¨®n. Abaratar la financiaci¨®n o refinanciaci¨®n en d¨®lares y garantizar el mantenimiento del tipo de cambio del d¨®lar en niveles menos apreciados que los vigentes durante la primera mitad del a?o no constituye por s¨ª misma una terapia contra la crisis, pero al menos evita su agravamiento.
En la econom¨ªa norteamericana, adem¨¢s, las consecuencias del descenso en las cotizaciones burs¨¢tiles ejercen un impacto mucho mayor sobre las posibilidades de crecimiento econ¨®mico que en otros pa¨ªses. Dada la importancia relativa que las inversiones en renta variable tienen en la riqueza financiera de las familias y la reducida propensi¨®n al ahorro de las mismas, una ca¨ªda de las bolsas afecta mucho m¨¢s directa e intensamente al consumo privado que en el resto de las econom¨ªas desarrolladas, contribuyendo as¨ª a anticipar la desaceleraci¨®n en el ritmo de crecimiento.
Sin menoscabo de esas consideraciones, es probable que en la decisi¨®n de la Fed hayan pesado m¨¢s los riesgos de endurecimiento del acceso al cr¨¦dito, seg¨²n se desprende de las dificultades que ya empiezan a emerger en algunas instituciones financieras estadounidenses. Un ejemplo de ese endurecimiento es el deterioro de las calificaciones crediticias de algunas entidades financieras, como fondos de inversi¨®n de alto riesgo e incluso bancos de inversi¨®n, para mantener las posiciones de liquidez que el nerviosismo de los inversores les empieza a exigir.
La prudencia en la magnitud del recorte y que ¨¦ste no haya afectado a la tasa de descuento, que permanece en el 5%, aleja cualquier reacci¨®n adversa de los mercados financieros o evita el riesgo de una brusca respuesta del mercado de renta variable. S¨ª introduce, sin embargo, una clarificadora se?al cuya continuidad cabe esperar en otros bancos centrales, especialmente en aquellos europeos hoy distanciados del tipo de inter¨¦s con el que nacer¨¢ el euro. El veterano Alan Greenspan, presidente de la Fed, ha vuelto a poner de manifiesto su buen juicio.
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