Schr?der se compromete a trabajar con Francia en la reforma de la Uni¨®n Europea
Por culpa del protocolo, que reserva estos detalles a los grandes mandatarios en ejercicio, el El¨ªseo no despleg¨® ayer la elegante alfombra roja ante la visita del futuro canciller alem¨¢n. Y tampoco el presidente Jacques Chirac pudo en ¨¦ste su primer encuentro con Gerhard Schr?der mostrarse todo lo efusivo que acostumbraba a ser con su viejo conocido Helmut Kohl. La visita a Par¨ªs de Schr?der, primera que realiza al extranjero tras su reciente elecci¨®n, contribuy¨® aparentemente, sin embargo, al objetivo de disipar parte de los recelos que han ido lastrando al anquilosado eje franco-alem¨¢n.
La sensaci¨®n, voluntariosa o no, de que Francia y Alemania van a inaugurar una "nueva era de cooperaci¨®n" fue ganando cuerpo a lo largo de la jornada alimentada por el entusiasmo declarativo de los l¨ªderes. Tras su entrevista con Schr?der, el presidente Chirac proclam¨® que ambos pa¨ªses deben "refundar" sus relaciones y reforzar los m¨¦todos y mecanismos de trabajo bilaterales para, al mismo tiempo, "intensificar el di¨¢logo entre las respectivas culturas y las respectivas sociedades".La primera muestra de ese prop¨®sito la aport¨® el propio Schr?der al anunciar la inmediata creaci¨®n de un grupo de trabajo dedicado a abordar la reforma de las instituciones europeas y todo lo referente a las condiciones presupuestarias y los plazos de la ampliaci¨®n europea contemplados en la Agenda 2000.
El l¨ªder socialdem¨®crata alem¨¢n mostr¨® igualmente su conformidad con las recientes propuestas francesas dirigidas a mejorar el control de los movimientos de capitales y la regularizaci¨®n de los mercados financieros, asunto ya abordado el domingo en el Consejo de Finanzas (Ecofin) de la Uni¨®n Europea celebrado en Viena. "Compartimos la misma concepci¨®n sobre el car¨¢cter de las relaciones franco-alemanas y las exigencias de la construcci¨®n europea", asegur¨® Chirac tras el brindis conjunto por Francia y Alemania. Para sorpresa general, Schr?der manifest¨® ante los medios informativos que no hab¨ªa encontrado diferencias fundamentales entre Chirac y Jospin, con quien se entrevist¨® a media tarde en la palacio de Matignon, sede de la jafatura del Gobierno, antes de reunirse con varios ministros. M¨¢s a¨²n, lanzado por la senda de los elogios, el canciller alem¨¢n dijo sentirse "tentado a afirmar" que hab¨ªa percibido al presidente Chirac "como un socialdem¨®crata moderado".
Europa solidaria
Jospin se mostr¨® convencido de que la elecci¨®n del futuro canciller contribuir¨¢ a la creaci¨®n de una Europa m¨¢s equilibrada y solidaria en el terreno social y se felicit¨® por el hecho de que "por primera vez en la historia europea haya tres gobiernos de izquierda en tres grandes pa¨ªses".Si en el terreno de la Europa social las posiciones tender¨¢n a aproximarse, dada la afinidad ideol¨®gica de ambos Gobiernos -ayer mismo Schr?der insisti¨® ante Chirac en "la dimensi¨®n social y humana de la construcci¨®n europea"-, cabe igualmente contar con la persistencia de las diferencias estrat¨¦gicas. Schr?der ha repetido hasta la saciedad que su pol¨ªtica exterior y sus relaciones con Washington ser¨¢n muy similares a las desarrolladas por su antecesor, Helmut Kohl. Su adscripci¨®n a la denominada tercera v¨ªa de Clinton y Blair y su empe?o en completar el eje franco-alem¨¢n con la incorporaci¨®n de Londres crean en Francia un desasosiego evidente por mucho que los l¨ªderes franceses admitieran ayer el car¨¢cter "no excluyente" del eje com¨²n.
Por encima de las buenas voluntades, el eje motor de Europa ha quedado descompensado a ra¨ªz de la reunificaci¨®n alemana. Francia, un pa¨ªs que sigue llevando la cuenta de los conflictos con su gran vecino continental, no acaba de asumir el prop¨®sito alem¨¢n de convertir su peso econ¨®mico en poder pol¨ªtico. La estrategia francesa de servirse del eje alem¨¢n y de la estructura europea como escenarios multiplicadores de su influencia, queda debilitada ante la din¨¢mica de una Alemania que ha roto el cors¨¦ impuesto tras la II Guerra Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.