Lat¨ªn
DE PASADAIdealismo m¨¢s Decadencia es la variedad de I+D (la f¨®rmula qu¨ªmica del hechizo m¨¢s utilizada en la jerga acad¨¦mica) que las Universidades sacan de sus desvanes para teatralizar con pomposidad la apertura del nuevo curso. En Granada tuvo un peso especial, pues abund¨® el lat¨ªn. Uno no sabe a qu¨¦ viene tanto lat¨ªn en tan poco tiempo despu¨¦s de un ayuno tan largo: primero fuimos latinizados por las sucesivas plegarias contra la aprobaci¨®n del aborto, luego por los c¨¢nticos piadosos de los feligreses que casi acaban a mamporros tras discutir con denuedo sobre la conveniencia de sacar a los santos en d¨ªa de lluvia y, por fin, aparece el lat¨ªn en el discurso que pronunci¨® el jueves Karel Maly, rector de la Universidad de Praga -la ciudad de Kafka- ante 600 invitados en el Hospital Real. La lecci¨®n inaugural, aunque en castellano, tampoco eludi¨® la latinidad: el catedr¨¢tico Ernesto Hontoria dedic¨® sus buenos quince minutos a discurrir sobre las cloacas de Roma, asunto del m¨¢s puro I+D que quepa imaginar. El peligro del lat¨ªn reside en confundir su uso culto con el uso fundamentalista o denso. ?Cu¨¢ntos de los participantes en la apertura del curso universitario entendieron la tesis de Maly? Cualquier observador pod¨ªa leer la respuesta en los rostros perplejos de la mayor parte de la concurrencia. Mucho alcanfor, quiz¨¢ demasiado. A fuerza de salir un curso tras otros en la procesi¨®n de las togas a los rectores se les transforma la cara: los rasgos y los vol¨²menes de sus mofletes adquieren formas arcaizantes. ?Qu¨¦ sorprendente parecido el del rector de Granada, Lorenzo Morillas, con sus vestiduras y sus colgantes de respeto, con Felipe IV! Si las se?oritas de los tel¨¦fonos er¨®ticos estimularan a los clientes en lat¨ªn, y ellas mismas gozaran en lengua muerta, al contrario que Monica Lewinski, quiz¨¢ usar estos servicios no fuera tan mal visto y el alcalde de Baza, Manuel Urquiza, se habr¨ªa ahorrado la investigaci¨®n sobre qui¨¦n us¨® entre seis y ocho de la tarde el tel¨¦fono de su secretar¨ªa particular. Una investigaci¨®n, por cierto, que ha traspasado la ambivalencia moral y toca de lleno los odios entre las familias del Partido Popular: trampas, trampas y m¨¢s trampas. La reforma de las Humanidades parece que est¨¢ dando su fruto: vuelven las lenguas cl¨¢sicas. Las dudas surgen cuando el lat¨ªn es lata, latazo o beater¨ªa: a lenguaje muerto, ?otro en su puesto u otro supuesto? ALEJANDRO V. GARC?A
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