La Universidad de Valencia propone un recorrido por la violencia, la justicia y el sexo en la iconograf¨ªa barroca

La iconograf¨ªa barroca esconde muchos elementos que con el paso del tiempo se han convertido en aut¨¦nticos misterios para el ojo del espectador actual. La exposici¨®n que ayer se inaugur¨® en el Centre Cultural Bancaixa, organizada por el programa de Cinc Segles de la Universidad de Valencia, pretende indagar en los secretos del barroco a trav¨¦s de la exhibici¨®n de lienzos, grabados, c¨®dices, y otras bras art¨ªsticas pertenecientes a la colecci¨®n de la Universidad. Dos cuadros de gran formato marcan la exposici¨®n Els espills de la just¨ªcia: El juicio de Salom¨®n y La venganza de Tomiris, ambos atribuidos al pintor barroco valenciano Luciano Salvador G¨®mez y ambos reci¨¦n salidos de una cuidada restauraci¨®n. Daniel Benito, comisario de la muestra, aludi¨® a la "conservaci¨®n milagrosa" de los lienzos tras los bombardeos napole¨®nicos y el incendio de 1939. Pero fue la condici¨®n de espejo del objeto art¨ªstico la que centr¨® gran parte de su discurso. "Una obra de arte va m¨¢s all¨¢ de la recreaci¨®n est¨¦tica o hist¨®rica para convertirse en espejo de las ideas o conceptos de una ¨¦poca", dice Benito en el dossier de la exposici¨®n. La muestra reflexiona sobre la expresi¨®n de la violencia, la justicia y el sexo. Va dirigida a "la cabeza, el coraz¨®n y el sexo", apunt¨® el comisario, quien salpic¨® sus explicaciones, ya en la sala, con referencias directas a la iconograf¨ªa barroca de los objetos mostrados. Es el caso del busto de un arrogante joven "segado por el filo de la espada", de las cabezas cortadas que abundan en los lienzos, de los estigamas del Ecce-homo, del rostro demon¨ªaco de la mujer oculta detr¨¢s de la prostituta que, ante la mirada andr¨®gina el rey Salom¨®n, prefiere que partan a un beb¨¦ antes que entregarlo a su madre aut¨¦ntica.