El Papa pide a los croatas que sigan el camino de la reconciliaci¨®n
, El Papa Juan Pablo II, pidi¨® ayer, en Zagreb, a los dirigentes croatas que profundicen cada vez m¨¢s en el reconocimiento y respeto de los derechos fundamentales de las personas y que no abandonen el camino de la reconciliaci¨®n entre las diversas etnia y religiones que conviven en este joven pa¨ªs. En su segunda visita -la primera se desarroll¨® en plena guerra, en septiembre de 1994- a Croacia, el Pont¨ªfice recibi¨® de nuevo la c¨¢lida respuesta de un pueblo que tiene en el catolicismo una de sus se?as esenciales de identidad. Hoy, en el santuario de Marija Bistrica, situado a unos 30 kil¨®metros de Zagreb, el Papa beatificar¨¢ en una solemne ceremonia al cardenal Alojzije Stepinac, muerto en 1960, cuando a¨²n cumpl¨ªa la condena que le impuso el r¨¦gimen del mariscal Tito por colaborar con los nazis.
A su llegada en el aeropuerto de Zagreb, el presidente croata Franjo Tudjman pronunci¨® un discurso de bienvenida en tono mitinero y agresivo en el que critic¨® a la oposici¨®n pol¨ªtica e incluso, indirectamente, a la Uni¨®n Europea por las "injustas presiones" a las que someten a su Gobierno al exigirle que profundice en la democratizaci¨®n del pa¨ªs.
En su breve discurso de respuesta a las palabras de Tudjman y en el que dirigi¨® despu¨¦s a los habitantes de la ciudad en la plaza de la catedral, Juan Pablo II se refiri¨® a la delicada situaci¨®n de los Balcanes. El Pont¨ªfice subray¨® la importancia de que Croacia siga siendo fiel a sus ra¨ªces cristianas, aunque subray¨® que esta afirmaci¨®n de su identidad religiosa debe hacerse sobre la base del respeto a todas las culturas y religiones.
Democracia imperfecta
El Papa viene a beatificar a un santo ultranacionalista cat¨®lico y a dar un nuevo espaldarazo a la joven democracia croata, todav¨ªa considerablemente imperfecta, tal y como record¨® diplom¨¢ticamente Juan Pablo II en sus palabras. Tras la violenta y cruel guerra en la que se ha visto envuelta, la tierra croata conoce finalmente un per¨ªodo de paz y de libertad. Ahora todas las energ¨ªas est¨¢n centradas en sanar progresivamente las profundas heridas del conflicto, camino de una reconciliaci¨®n entre todas las componentes ¨¦tnicas, religiosas y pol¨ªticas de la poblaci¨®n.En la plaza de la catedral, donde miles de personas acogieron al Pont¨ªfice con gritos de entusiasmo, Juan Pablo II volvi¨® a hablar en croata para recordarles que la paz duradera y verdadera, supone siempre justicia, respeto hacia los dem¨¢s y capacidad de convivencia entre personas y culturas diversas.
Por su parte, Tudjman, agradeci¨® al Papa su presencia en Croacia, para beatificar al cardenal Stepinac, v¨ªctima en su opini¨®n de las dos grandes ideolog¨ªas del siglo, el comunismo y el fascismo. Seg¨²n dijo, Stepinac hab¨ªa sido condenado por el r¨¦gimen de Tito, precisamente por haber socorrido a jud¨ªos, gitanos y ortodoxos y haberse enfrentado violentamente al r¨¦gimen fascista de Ante Pavelic, entre 1941 y 1945.
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