Buscadores de rentas
SEGUNDO BRU Hace ya tiempo que la econom¨ªa, en sus intentos de ampliar el campo que tradicionalmente se ha entendido como propio de sus investigaciones, circunscritas al estudio de los mecanismos de mercado, hacia el an¨¢lisis de los procesos de asignaci¨®n de recursos y redistribuci¨®n del ingreso situados en ¨¢mbitos no mercantiles, fundamentalmente los pol¨ªticos, estableci¨® el concepto de rent seeking, de la b¨²squeda de rentas, en traducci¨®n doblemente afortunada por las reminiscencias barojianas que encierra el vocablo "busca". La b¨²squeda de rentas, en t¨¦rminos muy simples, hace referencia a los ingresos que pueden obtenerse, al margen del mercado, empleando tiempo y esfuerzo en aprovechar los recovecos, los intersticios que la compleja realidad administrativa en forma de regulaciones, de concesiones de licencias, de ayudas o subvenciones, e incluso el propio proceso legislativo y el de toma de decisiones pol¨ªticas, ofrece al avispado buscador. Que puede ser un colegio profesional, un empresario de ITV, un benem¨¦rito farmac¨¦utico, un amable taxista, o un pol¨ªtico corrupto (y su corruptor) que establecen -soborno mediante- si una discoteca, un bingo, o un determinado tipo de m¨¢quinas tragaperras van o no a tener licencia. Lo ¨²nico que tienen en com¨²n todos estos casos es que existe por medio alg¨²n tipo de norma o decisi¨®n p¨²blica que les garantiza unas rentas m¨¢s elevadas de las que obtendr¨ªan en su ausencia y que para conseguirla ha sido preciso un esfuerzo, personal o colectivo, actual o hist¨®rico, de b¨²squeda de rentas. Aunque sea evidente, me interesa destacar que no toda b¨²squeda de rentas, ni mucho menos, es perversa, inmoral o implica corrupci¨®n, pero s¨ª sostengo que todas son ineficientes y que todos los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que nos han afligido, y los que vendr¨¢n, tienen su origen en algunas de ellas. Hablando de b¨²squeda de rentas y de esc¨¢ndalos, hace seis meses me refer¨ªa en esta columna al informe del Tribunal de Cuentas sobre los cursos de formaci¨®n impartidos por la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana, con fondos p¨²blicos nacionales y europeos, en el que se enumeraban un c¨²mulo de anomal¨ªas -facturas duplicadas, cobros indebidos a alumnos por cursos gratuitos, dobles subvenciones, entre otras- que le llevaban a reclamar a la patronal la devoluci¨®n de m¨¢s de 158 millones de pesetas, cifra que actualmente ha sido elevada a 191 millones, junto con la remisi¨®n a la fiscal¨ªa, con indicios delictivos, de la actuaci¨®n del anterior presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez de Laiglesia, y de su secretario general, Luis Espinosa. Una triste noticia, personal e institucional, ante la que formulo mi deseo de que puedan salir indemnes judicialmente, aunque bueno ser¨ªa que Jim¨¦nez de Laiglesia aprovechara este amargo trance para meditar sobre todas las barbaridades destempladas que sobre la administraci¨®n, la gesti¨®n p¨²blica y los pol¨ªticos profiri¨® durante su mandato. Y un ruego a la CEOE: cesen fulminantemente, por metaf¨®rica apolog¨ªa del delito, a un se?or como su secretario, Jim¨¦nez Aguilar, que estima que el escamoteo de estos millones, a los que hay que a?adir los 119 que le imputan directamente a ella, es una "desviaci¨®n m¨ªnima", sobre 70.000 gestionados. Con esa regla de tres, el presidente de la Generalitat podr¨ªa hacer desaparecer m¨¢s de 2.800 millones, una desviaci¨®n igualmente "m¨ªnima" sobre nuestro presupuesto.
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