Curiosidades

ADOLF BELTRAN Curioso: la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que avala la segregaci¨®n de centros de la Universidad de Alicante para incorporarlos a la nueva Universidad Miguel Hern¨¢ndez, de Elche, se dio a conocer el mismo d¨ªa y a la misma hora en que Andr¨¦s Pedre?o, rector de la instituci¨®n afectada, daba inicio al acto solemne de apertura de curso. Para que nos entendamos, la sentencia establece, con el voto particular en contra de uno de los magistrados, que la Generalitat puede quitarle a la Universidad de Alicante una facultad ubicada en Sant Joan e incorporarla a otra instituci¨®n, radicada en Elche. Es l¨®gico que el Consell presidido por Eduardo Zaplana, que ha convertido a Pedre?o casi en persona non grata, utilizara el fallo judicial como bandera. Sin embargo, har¨ªa bien en no excederse. Las dudas sobre la constitucionalidad de la medida persisten. Como destaca el magistrado discrepante, la motivaci¨®n objetiva de la readscripci¨®n de centros sigue pareciendo endeble. El Tribunal Constitucional tendr¨¢ que dilucidarlo, en respuesta al recurso presentado en su d¨ªa por los socialistas. Curioso: el argumento del consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Olivas, para defender que las inversiones del Estado en territorio valenciano no descienden, como indican las cifras, sino que crecen. Seg¨²n Olivas, hay que contabilizar, junto a las inversiones reales, las transferencias finalistas y el pago alem¨¢n, que aplaza el desembolso del dinero al t¨¦rmino de las obras encargadas. M¨¢s all¨¢ de que no hac¨ªa as¨ª las cuentas el PP cuando estaba en la oposici¨®n, destaca una especie de cuadratura del c¨ªrculo que el Consell aplica tambi¨¦n a su propia gesti¨®n. Gracias a ella, determinados gastos se difieren (con endeudamientos de instituciones interpuestas, como universidades, ayuntamientos o diputaciones) hasta bien entrado el siglo XXI y no computan como deuda p¨²blica del gobierno de Zaplana, pero s¨ª que se contabilizan en el activo de inversiones. Es, sin duda, una singular manera de aumentar la inversi¨®n sin endeudarse. As¨ª, cualquiera. M¨¢s que curioso, vergonzoso: el panorama que el Tribunal de Cuentas ha dibujado de la gesti¨®n de los cursos de formaci¨®n en la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana entre 1993 y 1995, cuando la presid¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez de Laiglesia y la controlaba, con mano de hierro, desde la secretar¨ªa general, Luis Espinosa. Si lo que describe el organismo fiscalizador se confirma (facturas duplicadas, cobro de cursos que no existieron...), estamos sencillamente ante una estafa de 191 millones. ?Va a pedir alguien responsabilidades? ?Se imaginan que esa actuaci¨®n se atribuyera a un partido pol¨ªtico? ?No hay ning¨²n empresario escandalizado por lo sucedido en el seno de su organizaci¨®n? La vida valenciana est¨¢ llena de curiosidades.