ETA comunic¨® por carta a los partidos su compromiso con la Declaraci¨®n de Lizarra

En este periodo el Parlamento vasco aprob¨®, con el apoyo de HB, una proposici¨®n para iniciar el proceso de integraci¨®n de Trevi?o en el Pa¨ªs Vasco, la Ley vasca del Deporte que abre una v¨ªa a la creaci¨®n de selecciones exclusivamente vascas, y se rechaz¨® que el Reglamento de la C¨¢mara vasca impusiera el acatamiento de la Constituci¨®n a los parlamentarios.Tambi¨¦n los dirigentes de ETA conocieron previamente las l¨ªneas generales del contenido del documento consensuado entre PNV y HB. ?ste fue cerrado el 3 de septiembre, sobre la base de un borrador de casi cuatro folios redactado por el burukide (dirigente) del PNV Juan Mar¨ªa Ollora. A su vez, el texto de Ollora se inspiraba en las conclusiones extractadas de las dos reuniones anteriores que hab¨ªa mantenido el llamado Foro de Irlanda, promovido por HB. La redacci¨®n definitiva fue consensuada ese d¨ªa en una larga reuni¨®n que ocup¨® toda la tarde a los seis negociadores habituales en las conversaciones del PNV y HB: Joseba Egibar, Juan Mar¨ªa Ollora y Gorka Aguirre, por el partido de Arzalluz, y Arnaldo Otegi, Joseba Permach y el abogado I?igo Iruin, por la coalici¨®n radical. Posteriormente, el texto fue trasladado a EA e Izquierda Unida.

El acuerdo escrito que PNV, EA, IU y HB acabar¨ªan firmando en Estella no lleg¨®, sin embargo, a las manos de los jefes de ETA en su textualidad. No hubo tiempo material, aseguran quienes estuvieron en el secreto de su preparaci¨®n, de hac¨¦rselo llegar con todas las garant¨ªas de seguridad y se consider¨® suficiente la conformidad previa dada a su generalidad.

Una persona no perteneciente a la Mesa Nacional de Herri Batasuna fue la encargada de mantener el contacto directo entre los partidos y organizaciones del Foro de Irlanda y la organizaci¨®n terrorista durante todo este verano. Este enlace fue quien hizo llegar a los responsables de su oficina pol¨ªtica, encabezada por Mikel Albisu, Antza, el esquema del documento que partidos, sindicatos y organizaciones sociales deb¨ªan firmar en Estella d¨ªas despu¨¦s. La informaci¨®n permanente que recibi¨® ETA durante este proceso previo se considera esencial como garant¨ªa del mantenimiento de la tregua. El respeto a lo que se hab¨ªa transmitido a la organizaci¨®n fue escrupuloso: de hecho, Egibar e Iruin lo hicieron pasar a la ratificaci¨®n del resto de los firmantes con la advertencia de que era innegociable e inmodificable. El proceso de aprobaci¨®n del documento por el resto de partidos se alarg¨® hasta la v¨ªspera de su firma, en Estella, el 12 de septiembre.