Encuentros a solas

Adolfo Su¨¢rez, previsor, lleg¨® ayer a la Audiencia Nacional bastante antes de las 10.30. Cuando se cruz¨® con Mario Conde, le dijo: "Hola, Mario". Fue un cruce fr¨ªo.Cuando son¨® la hora, Su¨¢rez hizo su entrada por la puerta de letrados. Tom¨® asiento, y Conde, sol¨ªcito, le acerc¨® el micr¨®fono para que declarase c¨®modo. Luego, el ex banquero fij¨® la vista en el vac¨ªo. Se reclin¨® sobre su hombro derecho y se mesaba las cejas con su mano derecha todo el tiempo.

Su¨¢rez son¨® natural. Dijo que hab¨ªa tenido una buena relaci¨®n con Conde y no entend¨ªa por qu¨¦ ¨¦ste hab¨ªa dicho que los 300 millones se los hab¨ªan entregado a ¨¦l, cuando el propio ex banquero le reconoci¨® que no era verdad. Record¨® Su¨¢rez los encuentros, para los que, dijo, no necesitaba los servicios de Naval¨®n. La mayor parte se hicieron a solas. A uno de ellos acudi¨® Rafael Anson. Naval¨®n particip¨® en algunos, pocos. Su¨¢rez record¨® que asisti¨® el 9 de junio de 1993 a la Universidad Complutense a la investidura del doctorado honoris causa de Conde. "Porque ¨¦l me lo pidi¨®", explic¨®. El tribunal se levant¨® para saludar al ex presidente cuando termin¨®.