Sobre la ternura
Llegado a Sevilla por unos d¨ªas y camino de Madrid tras pasar siete a?os en Am¨¦rica Latina, desasosegado por el ambiente hostil y crispado que hab¨ªa encontrado en esta ciudad, un amigo me recomendaba que escribiera sobre lo que ¨¦l consideraba que est¨¢bamos en falta: la ternura. Yo hice guasas de su recomendaci¨®n; a los que nos hab¨ªamos quedado aqu¨ª no nos agred¨ªa el ambiente sino que lo respir¨¢bamos como normal, tan tranquilos, y ojal¨¢ que sigui¨¦ramos as¨ª hasta que se acercaran las elecciones. Viviendo como vivimos de la emoci¨®n que le erizamos a los turistas, s¨®lo nos faltaba ponernos tiernos para redondear el culebr¨®n y no poder aguantarnos ni a nosotros mismos. "Hazme caso: escribe sobre la ternura; o, mejor, escribe ternura", me repiti¨®. No lo olvido porque, aunque en aquel momento me pareci¨® un exceso de sentimentalismo, mi amigo es sensible, sabe de periodismo y de literatura y me qued¨® la duda de que pudiera tener raz¨®n. Desde entonces, y quiz¨¢ porque no he dejado de darle vueltas al tema, he tropezado con magn¨ªficas ternezas, entre ellas la que recorre las Memorias de Cortadillo, de Julio Mar¨ªa de la Rosa, en las que a Pedro Rinc¨®n Sevilla le parece, "por su grand¨ªsima luz, una ciudad de largas sombras". En pocos d¨ªas me he sorprendido utilizando la palabra "tierno" con mucha m¨¢s frecuencia de la acostumbrada; por ejemplo, al describir un art¨ªculo de H¨¦ctor M¨¢rquez en el que daba noticia de un homenaje a Jos¨¦ Antonio Mu?oz Rojas, y tambi¨¦n al intentar transmitir el placer de o¨ªr y observar el mon¨®log de Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo Por dos letras, ingenioso, divertido y tierno en el sentir, en la palabra, en la voz, en la risa y en los gestos. No s¨¦ por qu¨¦ me empalag¨® la idea de mi amigo ni por qu¨¦ asoci¨¦ su decir con im¨¢genes relamidas y remilgos cursis. Las sensaciones te llegan filtradas por el estado de ¨¢nimo y a saber los adentros que me se?oreaban aquel d¨ªa; nada bueno supongo. Hoy gozo de mejor salud y le he dejado dicho a mi amigo en el contestador que vuelva por aqu¨ª unos d¨ªas a solazarse porque estamos disfrutando muchas y buenas ternuras.
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