Interrogantes
JOSEP TORRENT La Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV) tiene un serio problema de liquidez. Parece un contrasentido, pero no lo es. No tanto porque estemos hartos de ver empresarios especuladores que sin un duro han montado unos tinglados virtuales de no te menees, como porque ahora el Tribunal de Cuentas le exija a la CEV la broma de 191 millones de pesetas que no son grano de an¨ªs precisamente. A la patronal valenciana, y a quienes fueron sus dirigentes entre 1993 y 1995, se le han visto las verg¨¹enzas; pero no m¨¢s que a la UGT y Nicol¨¢s Redondo en el caso PSV o al PSOE con sus filesas, malesas y dem¨¢s. Lo que sorprende no es tanto la financiaci¨®n irregular de una organizaci¨®n que, en este caso, aglutina a los empresarios, sino el espeso silencio que se ha cernido sobre este esc¨¢ndalo. A los ugetistas los crucificaron y alguno acab¨® en la c¨¢rcel y de los socialistas mejor no hablar. Unos y otros fueron perseguidos civil y penalmente. Y, a la postre, sus delitos, al menos sus delitos morales, no fueron mayores que los cometidos por la CEV: la utilizaci¨®n de fondos p¨²blicos en la financiaci¨®n irregular de sus organizaciones. Por eso ahora sorprende el silencio de los sindicatos y de los partidos, como resulta inquietante el mutismo medi¨¢tico de quienes se reclaman ¨²nicos depositarios del progresismo rampante y de la ortodoxia informativa, que en esta ocasi¨®n han preferido mirar para otro lado. La realidad es que algunos tienen mucho que callar y otros alg¨²n favor que pagar o que recibir en el futuro. De ah¨ª esta especie de omert¨¢ que protege la comisi¨®n de algunos presuntos delitos que, valga de atenuante, si se cometieron fuerin en beneficio de la organizaci¨®n y no de cuentas corrientes privadas. ?Pero no ocurri¨® lo mismo en el PSOE o en la UGT? ?Entonces? M¨¢s a¨²n, ?c¨®mo se explica ese rompecabezas orquestado por la fiscal¨ªa del TSJ de la Comunidad Valenciana respecto de las denuncias de la inspecci¨®n de Trabajo? Las recomendaciones del Tribunal de Cuentas, ?van a seguir la misma suerte? Con la patronal hemos topado.
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