Condenado a dos a?os y seis meses el hombre que intent¨® quemar a su ex esposa

La Audiencia de Vizcaya ha condenado a Manuel L¨®pez L¨®pez a dos a?os y seis meses de prisi¨®n como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa por intentar matar a su ex esposa, a la que roci¨® con una lata de queroseno tras prenderse fuego ¨¦l mismo con un encendedor. El tribunal aprecia en el acusado la atenuante de "enajenaci¨®n mental por trastorno de adaptaci¨®n con alteraci¨®n de las emociones". Los hechos se produjeron en julio de 1994, cuando el acusado, con domicilio en Abanto, mantuvo una discusi¨®n con su ex esposa, con la que conviv¨ªa pese a estar legalmente separados. El enfrentamiento verbal comenz¨® al pedir explicaciones la esposa sobre la gran cantidad de deudas que se acumulaban sobre el patrimonio familiar. Durante la vista oral, la v¨ªctima asegur¨® que su ex marido reaccion¨® violentamente, dando patadas a los muebles. Tras recoger una bolsa, se fue de casa gritando: "Volver¨¦ para matarte". A los pocos minutos regres¨® con una lata de queroseno que ten¨ªa en el garaje, que roci¨® por toda la casa, sobre ¨¦l mismo y sobre su ex esposa, mientras dec¨ªa: "Crees que no soy capaz de hacerlo". Despu¨¦s, se acerc¨® un encendedor al pecho, abraz¨® a la mujer y dijo: "Voy a morir, pero no s¨®lo". La v¨ªctima consigui¨® desasirse mientras el acusado apagaba el fuego, que comenzaba a prenderle la ropa, con una manta. El tribunal considera probado que el acusado "pretend¨ªa dar muerte a su mujer". Durante el juicio, Manuel L¨®pez, asegur¨® que todo era un "montaje" y que la lata de queroseno la subi¨® a la casa su suegro para que quemase las facturas que tantas discusiones familiares causaban. La v¨ªctima neg¨® que su padre pudiera hacer tal cosa, ya que se trata de un anciano casi imposiblitado para andar, y a quien ten¨ªa que ayudar hasta para abrocharse los botones de la camisa, ya que se recuperaba en su casa de una trombosis. Esta versi¨®n fue ratificada por el anciano en su declaraci¨®n ante la Ertzaintza, aunque no pudo comparecer a la vista oral debido a su delicado estado de salud. La sentencia se?ala que si bien "la v¨ªctima no sufri¨® lesiones que necesitaran asistencia facultativa, aunque si alguna quemadura que se cur¨® espontaneamente, su testimonio no queda desvirtuado". El tribunal recalca que la versi¨®n de la mujer le merece "mayor credibilidad que las manifestaciones ambiguas, vagas e imprecisas del acusado que s¨®lo obedecen a un ¨¢nimo exculpatorio y no a la verdad de lo ocurrido". La v¨ªctima renunci¨® a la indemnizaci¨®n que le pudiese corresponder.