Villalobos elude replicar a los candidatos de IU y PSOE para ningunearlos

Del famoso cartel electoral de 1995 en M¨¢laga se han ca¨ªdo, para la pr¨®xima cita de 1999, dos de los tres principales actores: Antonio Romero (IU) y Eduardo Mart¨ªn Toval (PSOE). La alcaldesa, Celia Villalobos, del PP, repetir¨¢, y adem¨¢s con el plus a?adido que otorga el primer sill¨®n municipal. Villalobos y su partido han dise?ado una clara estrategia para la recta final de su mandato: ignorar a los nuevos alcaldables de ambos partidos y restarles as¨ª protagonismo. En el caso del PSOE, las dificultades para que Francisco Oliva consiga relieve se agravan por la crisis interna del grupo.

La crisis provocada por las primarias en el grupo socialista, con la renuncia al puesto de su portavoz, Eduardo Mart¨ªn Toval, tras perder su opci¨®n a repetir frente a Francisco Oliva, ha sido aprovechada por Villalobos. La edil practica el doble juego de mostrar una indiferencia absoluta sobre las propuestas de Oliva y desmedidas alabanzas a Mart¨ªn Toval. La falta de sinton¨ªa entre Oliva y Toval es un secreto a voces y fue una de las principales causas para ¨¦ste ¨²ltimo dejara la portavoc¨ªa. Las diferencias de criterios empiezan, adem¨¢s, a revelarse ahora. Desde que Oliva marca la estrategia del grupo se han producido varios encontronazos entre propuestas defendidas en su d¨ªa por Mart¨ªn Toval y la posici¨®n que adopta ahora el PSOE. El m¨¢s sonado se produjo en el ¨²ltimo pleno, cuando los socialistas, despu¨¦s de que hace a?o y medio dieron su apoyo al PGOU, paralizaron el desarrollo del paseo mar¨ªtimo de Poniente, la ¨²nica franja virgen del litoral malague?o. Las diferencias de criterio eran tan evidentes que Mart¨ªn Toval, pese a votar con su grupo, admiti¨® en los pasillos que no compart¨ªa la decisi¨®n del PSOE. Villalobos ha sabido sacar partido de esta crisis. Consciente de que su oponente no ser¨¢ Mart¨ªn Toval, sino Oliva, no le ha dedicado a ¨¦ste ¨²ltimo ni una palabra, ni cuando se proclam¨® candidato a las primarias, ni cuando fue elegido alcaldable, ni mucho menos ahora, cuando sabe que es quien est¨¢ marcando las directrices del grupo socialista. La alcaldesa y el PP est¨¢n convencidos de que el grado de conocimiento de los malague?os sobre el candidato socialista no es muy alto y no est¨¢n por la labor de darle un plus de popularidad. Por el contrario, el pasado s¨¢bado, en plena pol¨¦mica por el cambio de posici¨®n del PSOE en torno al paseo mar¨ªtimo de Poniente, Villalobos lleg¨® a afirmar que "a?oraba" al anterior portavoz porque "aunque era un duro negociador, cuando cerraba un acuerdo iba hacia adelante con ¨¦l y ten¨ªa una pol¨ªtica coherente", en clara alusi¨®n a lo que no hace el candidato Oliva. La estrategia de Villalobos es similar hacia IU, pues Antonio Romero, coordinador regional, tampoco repetir¨¢ y la alcaldesa no quiere favorecer las expectativas del candidato Rafael Rodr¨ªguez. ?ste, como Oliva, lleva varios meses de precampa?a electoral sin poder pisar los plenos del Ayuntamiento. Ninguno de los dos es concejal actualmente. La federaci¨®n intenta involucrar a su candidato en la estrategia del grupo y hace todo lo posible para que aparezca p¨²blicamente presentando iniciativas. El socialista Oliva hace lo mismo y fija, en algunos casos, la estrategia que llevar¨¢ el grupo municipal al pleno, un d¨ªa antes de que se celebren las sesiones, con la intenci¨®n de ganar protagonismo.