?Paz o territorio?
Est¨¢ bien que al callar las armas se oigan las palabras pero, por favor, despacio, con orden y meditando lo que se dice. Pues si Ardanza asegura que el di¨¢logo debe posponerse al 2000, Arzalluz replica que los vascos no caben en la Constituci¨®n. Y si Pujol declara por la ma?ana que no pretende obtener nada de la tregua de ETA y se mover¨¢ siempre dentro del marco constitucional, por la tarde pide la autodeterminaci¨®n y antes de cenar asegura que Espa?a no es una naci¨®n. Y si el PSOE reafirma su respeto al marco constitucional, e incluso juega a arroparse en la bandera nacional, Espa?a, Una Grande e Igual, no se entiende que el PSC se abstenga en la votaci¨®n que declara el derecho de Catalu?a a la autodeterminaci¨®n. Mientras, los manifiestos se acumulan. Tras Lizarra y Barcelona vino Vitoria. La semana pasada tuvimos otros dos: el de M¨¦rida y el posterior de Madrid. Estamos ante una barah¨²nda de declaraciones poco meditadas, m¨¢s impulsivas que reflexivas y de las que muchos se arrepentir¨¢n (bueno, mientras no seamos nosotros quienes tengamos que arrepentirnos de sus declaraciones...).Por ello, s¨®lo cabe elogiar la prudente y medida declaraci¨®n del presidente Aznar del viernes 2, tejida con hilos del Pacto de Ajuria Enea, que sin embargo "olvida" el punto 8: todo puede pactarse mediante procedimientos constitucionales. Peque?o lapsus pues, m¨¢s all¨¢ de lo que se desea est¨¢ lo que ocurre. Y lo que ocurre es que la tregua de ETA refuerza el nacionalismo vasco que, previsiblemente, y salvo que la participaci¨®n electoral crezca mucho (y podr¨ªa ocurrir un efecto boomerang) ganar¨¢ el d¨ªa 25. Es cierto que el escenario abierto por la tregua refuerza tambi¨¦n al Gobierno, eje y centro de cualquier escenario, como muestran las encuestas (?por fin datos positivos para el PP... gracias a ETA!). Pero un eventual triunfo el 25 convalidar¨ªa la Declaraci¨®n de Estella (y el Plan de Ardanza) con su exigencia de autodeterminaci¨®n, apoyada cada vez m¨¢s cerca por el cada vez m¨¢s imprudente Pujol.
El hecho es que, guste o no (y personalmente me desazona), el debate sobre el Estado de las Autonom¨ªas y la autodeterminaci¨®n se ha abierto a destiempo y de la peor manera: mezclando la petici¨®n de territorio con la paz y la tregua, que no deja de ser eso. Pues, para comenzar, la amenaza de ETA sigue viva y basta escuchar al PNV: si el PP y el PSOE hacen un frente para barrer al PNV de la escena pol¨ªtica se iban a enterar, se iban a enterar. Y no por el PNV; que nosotros somos dem¨®cratas... Los puntos suspensivos son m¨ªos, pero la amenazante declaraci¨®n es de Joseba Egibar. De modo que la paz no es negociable pero se negocia a diario, y cuanto m¨¢s oigamos decir que no hay paz por territorio m¨¢s sabremos que peligra el territorio (y si no tuvieran nada que ver, ?a cuento de qu¨¦ viene decir que no tienen nada que ver?).
Las elecciones vascas del d¨ªa 25 se han transformado as¨ª en un verdadero test a la continuidad del Estado por lo que hace al Pa¨ªs Vasco, seguido de Catalu?a y qui¨¦n sabe qu¨¦ mas (pues la segunda operaci¨®n Andaluc¨ªa es una naci¨®n, del PSOE, ya ha mostrado la oreja). Nos jugamos mucho todos y por ello parece inevitable solicitar que los nacionalistas aclaren de una vez su posici¨®n sobre el derecho a la autodeterminaci¨®n. No es muy tranquilizante o¨ªr a Arzalluz afirmar que ni nosotros, ni siquiera HB, prevemos una declaraci¨®n de independencia ni una lucha inmediata por la independencia en los pr¨®ximos cuatro a?os. Pues mientras el complejo mundo del vasquismo no aclare su posici¨®n en este tema la sensaci¨®n es que se pide a los vascos que voten el d¨ªa 25 una cosa (la paz) pero se pretende decir que votan otra (la autodeterminaci¨®n), para trocar m¨¢gicamente la paz que desea el ciudadano por el territorio que desea el nacionalismo. La desaz¨®n es tan obvia que hasta el C¨ªrculo de Empresarios Vascos ha tenido que salir al paso afirmando la validez del Estatuto. La pregunta es, pues, clara: ?pide o no el PNV la autodeterminaci¨®n del Pa¨ªs Vasco como parte de su programa pol¨ªtico y, en caso afirmativo, en qu¨¦ condiciones y t¨¦rminos? O dicho de otro modo y con mayor claridad, ?qu¨¦ van a votar los vascos el d¨ªa 25, paz o territorio?
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