"Lluvia en los zapatos" resulta un brillante ejercicio de estilo, pese a la nader¨ªa del gui¨®n

Una ¨®pera prima de producci¨®n multinacional, rodaje en Inglaterra en ingl¨¦s y con aspiraciones de comedia mundana y brillante, Lluvia en los zapatos , de Mar¨ªa Ripoll, se uni¨® ayer a otra pel¨ªcula, ¨¦sta mucho m¨¢s modesta en cuanto a sus medios, pero ¨¦tica y c¨ªvicamente muy valiente al recordar en qu¨¦ consiste la condici¨®n emigrante en las postrimer¨ªas de este convulso siglo, Sa?d, del veterano documentalista, director de fotograf¨ªa y escritor Lloren? Soler. Ambas pel¨ªculas tienen la virtud de permitirnos hablar de algo parecido al cine.

La secci¨®n a competici¨®n, dedicada al cine fant¨¢stico, sigue sin levantar cabeza y repartiendo pe?azos en forma de filmes. Ayer le toc¨® el turno a un delirante ejercicio disfrazado de trascendencia, Trance, del temible Michael Almereyda.Lluvia en los zapatos es una comedia construida alrededor de un personaje omnipresente, el actor V¨ªctor (Douglas Henshall) quien, abandonado por su hermosa compa?era (Lena Headey) tras una infidelidad confesa, tiene un extra?o encuentro que le permite regresar en el tiempo y enderezar los entuertos originados por su irresponsabilidad. Cuando vuelva a recuperar el tiempo, conocer¨¢ a una atractiva escritora espa?ola (Pen¨¦lope Cruz) y descubrir¨¢ varias cosas que el lector agradecer¨¢ que no le sean contadas.

En esta ¨®pera prima de Mar¨ªa Ripoll hay una buena idea, no precisamente nueva -la hemos visto en La vida en un hilo, de Edgar Neville, sin ir m¨¢s lejos-, que no da mucho de s¨ª y que necesita de un buen guionista. No hay tal aqu¨ª. El gui¨®n, de Rafa Russo, es una nader¨ªa. Ripoll, no obstante, logra disfrazar con gran talento esa ausencia con un ejercicio de realizaci¨®n brillante, efectivo y contundente, en la composici¨®n del encuadre, en el avance narrativo y, sobre todo, logrando de sus actores trabajos atractivos.

Poco de agradable tiene Sa?d, un filme esforzado y valiente cuya tosquedad apenas le resta intensidad y coraje. La peripecia de un inmigrante clandestino de origen marroqu¨ª, el Sa?d del t¨ªtulo, en la Barcelona de hoy mismo es mostrada por Soler con un encomiable sentido de la observaci¨®n, con una manifiesta vocaci¨®n cr¨ªtica y con una voluntad de provocar la discusi¨®n que hacen de ¨¦l sencillamente un producto indispensable para entender nuestra vida en sociedad.